Waymo añade robotaxis de Zeekr a su flota de pruebas en San Francisco

La presencia de taxis autónomos en las calles de las ciudades es algo que todavía no está sucediendo de forma habitual. Solo algunas pocas ciudades en todo el mundo ofrecen este servicio y San Francisco es, posiblemente, la más conocida. Allí opera Waymo, la división de Alphabet de conducción autónoma. Y su flota de robotaxis se ha reforzado con la incorporación de unidades provinientes de la marca Zeekr.

Estos reciben el nombre de M-Vision y están basados en la plataforma SEA-M de la marca china. Esta plataforma se basa en la SEA que utilizan vehículos de las marcas Volvo, Smart, Lotus y Polestar. Aunque no se conocer detalles del vehículo, se espera que ofrezca una arquitectura de 800 voltios. El motor se cree que es el mismo que utiliza el Zeekr 007, aunque es posible que utilice una configuración menos potente que este.

A nivel estético, si sigue todas las líneas de diseño que presentaba el modelo conceptual M-Vision, podría tener puertas deslizantes tanto en la parte delantera como en la trasera. Esto hará que sea más sencillo entrar en el vehículo. En el interior se ha habilitado un piso plano, lo que ayuda a que se pueda compartir bien el trayecto, ya que no hay obstáculos para que se acomoden los ocupantes.

Pero esta presencia de coches eléctricos chinos en la flota de la compañía estadounidense presenta un serio problema, que no tiene nada que ver con la tecnología empleada. El verdadero problema llega desde la administración Biden. Esta, al igual que ocurre en Europa, ha presentado un arancel que grava todos los coches eléctricos que llegan desde China.

Esto hace que el precio de estos vehículos se multiplique por dos y puede representar un serio problema para cuadrar las cuentas de la compañía. Por el momento, no se ha hecho público el número concreto de robotaxis de Zeekr que ha adquirido Waymo para prestar servicios en la ciudad.

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El Zeekr Mix estará por el momento únicamente disponible fuera de Europa, pero se espera que llegue también a nuestro mercado en 2025.

La solución podría llegar del traslado de la producción del robotaxi de Zeekr hasta un país como México. De esta manera, al no estar fabricado en China, se libraría de los aranceles añadidos en su venta en Estados Unidos. Por ahora, hay que esperar a ver qué ocurre con estos aranceles, que pueden servir para algo más que para proteger la producción de vehículos made in USA. Por el momento, podrían entorpecer el despliegue de flotas de robotaxis provenientes de China y retrasar bastante el desarrollo correcto de la tecnología.