Volkswagen continúa sorprendiendo en la movilidad eléctrica con la presentación en Madrid de su modelo ID.2all y el debut de la avanzada berlina ID.7
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Volkswagen reduce la producción del ID.3 y el CUPRA Born… ¿qué está pasando?
La producción de los modelos de Volkswagen se está resintiendo y parece que no cuentan con la suficiente demanda como para mantener la fabricación en Alemania.
La producción de vehículos eléctricos no está pasando por un buen momento en Europa. Aunque desde China no paran de llegar buenas noticias sobre la producción de nuevos modelos y el aumento de las ventas en Asia, Europa se está encontrando con problemas para recoger suficiente demanda para mantener la producción de sus modelos eléctricos.
Durante el mes de octubre, Volkswagen se ha visto en la necesidad de reducir la producción del Volkswagen ID.3 y el CUPRA Born durante dos semanas en la planta de Zwickau y también en la planta de Dresde. También se tuvo que detener la producción del ID.4, ID.5, Audi Q4 e-tron y el Audi Q4 Sportback e-tron, también a causa de la bajada de pedidos de estos coches eléctricos.
Ahora, acaba de comunicar que ha modificado los turnos de trabajo en la fábrica de Dresde, donde se fabrican el Volkswagen ID.3 y el CUPRA Born. Ahora, la planta solo trabajará dos turnos en lugar de los tres que hacía ahora. No se ha comunicado cuántas unidades dejarán de salir de la planta a raíz de esta disminución de la producción, pero se sabe que la capacidad de la planta es de 360.000 unidades al año.
Pese a esa capacidad, durante el año 2022 solo salieron de la planta 218.000 unidades. Durante el mes pasado, la marca aseguró que no podía garantizar los contratos de 269 trabajadores temporales, así que se prevén recortes importantes.
¿Cuál es el motivo de este retraso?
El motivo de estas dificultades es la baja demanda de coches eléctricos, que sobre todo está afectando a los modelos que se fabrican en Europa. El empuje de los coches que llegan desde China está haciendo que los coches europeos se resientan y sea cada vez más complicado que mantengan el ritmo de producción que se preveía.
Además, la transición hacia la movilidad eléctrica va más lenta de lo que parece y esto ralentiza la producción de coches de estos modelos, que no están teniendo la aceptación esperada por parte de los compradores. Quizá este baño de realidad provoque cambios en las previsiones de la Unión Europea para la implantación de estos modelos eléctricos, porque no está funcionando todo como se preveía.
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