El Volkswagen Polo se renueva

Volkswagen lanza al mercado la actualización de uno de sus modelos más vendidos desde hace muchos años, el Polo.

Se trata de una típica actualización que las marcas suelen realizar a mitad de la vida comercial de un modelo para que las ventas no se vean resentidas hasta la llegada una nueva generación.

Exteriormente los cambios son poco evidentes, limitándose a un paragolpes delantero rediseñado, grupos ópticos con formas más similares a las del Golf, así como nuevas llantas de aleación.
La gama de colores también se amplía con nuevos tonos.

En el interior los cambios son más notorios, empezando por una consola central con molduras de nuevos colores, un sistema multimedia más avanzado, así como un nuevo módulo de climatización.
El volante también estrena formas similares al de los últimos modelos de la marca. La instrumentación también se actualiza.

Esta actualización del Polo trae consigo cambios en el equipamiento, con la inclusión de sistemas como la amortiguación pilotada, sistema de frenado de emergencia en ciudad o sistema anti-colisiones múltiples. También es posible montar control de crucero activo controlado por radar, así como asistente de aparcamiento con cámara.

En los propulsores se concentran la mayoría de las mejoras. Empezando por los gasolina, los 1.2 atmosféricos se ofrecen con 60 y 75 CV. En combinación con el sistema Start&Stop, son un 20% más eficientes. El siguiente escalón de potencia es ahora una nueva unidad 1.0 TSI tricilíndrica, que ofrece 90 CV con un consumo medio de 4.1 litros.

Se mantiene el 1.2 TSI con sus dos niveles de potencia (90 y 105 CV), mientras que el 1.4 TSI ACT ofrece ahora 150 CV (140 CV hasta ahora). El tope de gama sigue siendo el GTI, cuyo propulsor 1.4 TSI gana potencia hasta llegar a los 190 CV.

Dentro de la gama diésel, destaca la incorporación de un nuevo motor 1.4 TDI en tres niveles de potencia: 75, 90 y 105 CV. Esta nueva familia de propulsores 1.4 viene a sustituir a los anteriores 1.2 y 1.6 TDI.

Fuente | Volkswagen