Volkswagen no iniciará la producción del ID.3 en Wolfsburgo por la baja demanda

Un reporte publicado en septiembre del pasado año se hacía eco de los planes de reajuste del fabricante alemán que afectaban al que fue el primer modelo de la familia ID. en llegar al mercado. En aquel momento se afirmaba que Volkswagen planeaba poner fin a la producción del ID.3 en la planta alemana de Dresden. Un movimiento por parte de la compañía que parecía estar relacionado con el inicio previsto de su producción en la planta principal de Volkswagen en Wolfsburgo.

Seis meses después, muchas cosas han cambiado el sector del automóvil eléctrico y los planes del fabricante alemán son ahora otros.

Según ha explicado un representante de Volkswagen, la compañía ha descartado por completo la posibilidad de iniciar su producción en Wolfsburgo tal y como estaba previsto. Los planes más recientes del fabricante alemán pasaban por iniciar la producción del ID.3 en su planta principal a partir de este próximo verano, pero esto es algo que finalmente no ocurrirá.

Finalmente todo se queda como estaba

Zwickau seguirá siendo la planta de la que salgan la mayor parte de las unidades que se comercialicen en Europa del ID.3, como hasta ahora, y tampoco se cancelará la producción de este modelo eléctrico de la familia ID. de Volkswagen en la planta de Dresden. El motivo de este cambio de posición por parte de la compañía no parece ser otro que la baja demanda que viene registrando durante meses este modelo a pesar de su reciente renovación. En 2023 Volkswagen entregó un total de 140.800 unidades del ID.3, una cifra claramente por debajo de las expectativas de la compañía.

A comienzos de 2023, Volkswagen presentó la segunda generación del ID.3, poco más de dos años después del lanzamiento al mercado de este modelo. Entre los ligeros cambios estéticos en el exterior de esta nueva generación cabe destacar unos nuevos grupos ópticos delanteros y traseros, nuevas llantas aero de aleación, nuevos detalles en el acabado y nuevos colores de pintura.

En el interior, los cambios y mejoras fueron más limitados pero también existieron. Volkswagen mejoró la respuesta háptica de los mandos al volante y de la consola central, empleando además materiales de una mayor calidad aparente. Se amplió, por otro lado, la zona disponible en las puertas para apoyar los brazos y se eliminó el cuero animal del volante sustituyéndolo por uno vegano.

Mejoras todas ellas que, sin embargo, no parecen haber servido para impulsar de forma notable las ventas del ID.3 como al fabricante alemán le hubiese gustado que sucediese.