Volkswagen Golf 2.0 TDI 140 CV DSG, prueba (Parte I)

Esta prueba es siempre interesante para cualquier medio del motor, puesto que el Volkswagen Golf es la referencia del segmento de los compactos y siempre ha tenido una buena acogida en el mercado, estando actualmente en la sexta generación del modelo. Nosotros hemos probado la versión diesel equipada con el motor de dos litros TDI unido al cambio automático DSG, con una potencia de 140 CV.

Hay otras versiones diesel disponibles para este modelo, como el 1.6 TDI de 105 CV o los conocidos motores gasolina TSI, pero sin duda este motor diesel estará a la altura de nuestras exigencias de potencia, con unos consumos bastante ajustados y poniendo el broche a la comodidad tenemos el cambio DSG de seis marchas (siendo siempre un extra muy recomendable).

Pero mientras el Golf va en su sexta generación, el resto de las marcas han evolucionado también sus respectivos compactos y motores, por eso hoy ponemos a prueba a este Volkswagen Golf para descubrir porque se le denomina referencia en el segmento y cuales son sus puntos fuertes y debilidades frente a un segmento de compactos con una dura competencia.

Motor y prestaciones

Como comentaba anteriormente, este motor 2.0 TDI de 140 CV es perfecto si queremos un Golf potente, con una buena respuesta en cuanto pisamos el acelerador. Desde las 1.800-2.000 r.p.m. notamos su empuje (típicamente turbo) haciendo que nuestro Golf responda al momento con fuerza y contundencia en cualquier situación, es una gozada adelantar en autovía con él porque sus medidas compactas, su relativo poco peso y este motor hacen de él un vehículo bastante rápido, tanto en respuesta como aceleración.

Pero además si ponemos el cambio en modo sport, subiremos hasta sobrepasar las 3.500 r.p.m. acentuando la fuerza del Golf y sacándole el máximo partido en conducción deportiva. Como siempre el cambio DSG destaca por su buen funcionamiento, cambiando rápido las marchas y ayudando a exprimir este motor, en modo normal tiende a cambiar sobre las 2.000 r.p.m. para mantener ajustados los consumos, mientras que en modo sport es cuando revoluciona bastante más al Golf para obtener una mayor respuesta.

Como complemento al cambio tenemos las levas en el volante, siempre se agradecen cuando queremos realizar una conducción más deportiva (aunque no es el fuerte del Golf) o simplemente para ganar comodidad a la hora de cambiar las marchas.

Comportamiento

Cuando viajamos a bordo del Golf nos encontramos con un vehículo que prima el confort de sus ocupantes, cuenta con una buena insonorización interior (uno de los mejores de su segmento) y sus suspensiones tienen un tacto más bien duro, pero sin descuidar el confort. Otro detalle que nos ha gustado es la visibilidad que ofrece este compacto, porque tiene formas bastante regulares contando con una buena visibilidad en todos los ángulos, incluso la trasera (algo que cada vez es más difícil encontrar en un coche nuevo).

La estabilidad está fuera de toda duda, cuenta con el control de estabilidad que lo mantiene controlado cuando la situación lo exige, pero este Volkswagen destaca por una pisada firme, transmitiendo bastante seguridad. A esto último contribuye la dirección que es precisa y tiene un tacto más bien duro, lo que nos aporta en cualquier maniobra bastante precisión, teniendo bajo control al Golf en todo momento.

Cuando circulamos tranquilos el Volkswagen Golf destaca por ser un vehículo refinado, pero como es habitual en nuestras pruebas también hemos visto como se comporta en zonas más complicadas. En mi recorrido habitual por carreteras sinuosas pudimos ver que mantiene bastante bien el tipo, pero en el apartado de agilidad hoy en día hay vehículos en el segmento que lo superan. Sus medidas, su peso, su potente motor, lo convierten en un modelo bastante enérgico pero en cambios de apoyo rápidos o sucesión de curvas rápidas echamos en falta algo más de agilidad, por ejemplo el Opel Astra nos ha parecido un modelo más ágil en este aspecto.

En su defensa hay que añadir que este Golf no está pensado para un comportamiento totalmente deportivo, más al bien contrario, cuenta con todos los elementos para disfrutar de la conducción tranquilamente, sin ruidos, sin chasquidos extraños del interior o sin que nos perturbe el sonido del motor (algo sobresaliente frente a otros modelos del segmento peor insonorizados).

Consumos

En este apartado el motor 2.0 TDI de 140 CV ofrece muy buenos resultados, consiguiendo un consumo ajustado que supera a otros modelos de su segmento. Como muestra tenemos la cifra de consumo en ciudad que hemos logrado durante la prueba, que rondaba los 7 litros a los 100 km (e incluso dependiendo de la situación podemos bajar de los 7 litros). Mientras que en autovía hemos conseguido un consumo medio de 5,4 litros a los 100 km.

Si nos vamos a carretera es fácil rondar los 6 litros a los 100 km, todo depende de nuestra conducción y del tipo de vía pero sin duda es un motor bastante ahorrador y no debemos olvidar que entrega una potencia de 140 CV. En este apartado también tiene incidencia el cambio DSG que engrana la marcha más larga posible (cambiando a 2.000 r.p.m.) y contribuyendo a reducir los consumos.

En la segunda parte de la prueba nos centraremos en el diseño exterior del Golf, la habitabilidad y la calidad de los materiales, precisamente es en este último campo donde destaca.

Fotos | David Taboada