Volkswagen se despide del motor VR6: el fin de un icono con 34 años de historia
Óscar Sanz
20 diciembre 2024
3 min.
Volkswagen dice adiós al motor VR6, el icónico propulsor que durante más de tres décadas equipó a modelos como el Golf R32 y el Passat
El motor VR6, uno de los bloques más emblemáticos de Volkswagen, dice adiós tras 34 años en producción. Este icónico propulsor, conocido por su innovador diseño y su vínculo con modelos deportivos y exclusivos de la marca, cesará su fabricación en la planta de Chemnitz, Alemania. La decisión marca el cierre de una era en la historia automovilística, mientras Volkswagen avanza hacia un futuro centrado en la electrificación.
¿Qué hizo especial al motor VR6?
Introducido en 1991, el motor VR6 se convirtió en un símbolo de ingeniería avanzada. Su diseño compacto de seis cilindros en «V estrecha» (con un ángulo de solo 15 grados) permitió combinar las ventajas de los motores en línea y en V. Esto hizo posible montarlo en vehículos con tracción delantera, algo inusual en su época.
El VR6 no solo destacó por su innovación técnica, sino también por su rendimiento. Ofrecía una entrega de potencia suave y lineal, acompañado de un sonido característico que se convirtió en una seña de identidad de modelos como el Volkswagen Golf R32, el Passaty el Corrado.
34 años de historia y evolución
El VR6 tuvo un impacto significativo en la gama de Volkswagen, equipando desde compactos deportivos hasta SUVs de lujo. Fue la elección ideal para aquellos conductores que buscaban rendimiento sin sacrificar espacio o practicidad.
En sus últimos años, el motor VR6 alcanzó su máxima expresión con una configuración de 3.6 litros y hasta 300 CV, siendo utilizado en modelos como el Volkswagen Atlas y el Teramont en mercados internacionales. Sin embargo, la transición hacia vehículos eléctricos y la creciente normativa de emisiones han llevado a Volkswagen a tomar esta decisión.
El contexto del adiós: electrificación y sostenibilidad
Volkswagen está inmersa en una transformación hacia la electrificación total. Su estrategia, centrada en la plataforma MEB para vehículos eléctricos, busca cumplir con los objetivos de sostenibilidad y reducir su huella de carbono.
El fin de la producción del VR6 en la planta de Chemnitz refleja este cambio. La instalación se está adaptando para centrarse en motores eléctricos y componentes asociados, alineándose con el compromiso de Volkswagen de ofrecer una gama completamente electrificada para 2030.
El legado del VR6 en la automoción
El VR6 no solo fue un motor; fue un símbolo de la innovación técnica de Volkswagen y dejó una huella imborrable en la industria. Marcó una época en la que los motores de combustión interna combinaban rendimiento, eficiencia y carácter.
Modelos como el Golf R32, el primero de la serie R, y el Volkswagen Corrado VR6 se convirtieron en íconos gracias a este motor. Incluso fuera de la marca, el VR6 encontró un lugar en vehículos de Audi, Seat y Porsche, consolidando su reputación como un bloque versátil y de alto rendimiento.