Los vehículos eléctricos de GM ya pueden acceder a los Supercargadores de Tesla en Norteamérica

General Motors acaba de dar un paso notable en la expansión de la infraestructura de carga disponible para sus vehículos eléctricos en Norteamérica, tras anunciar que a partir de ahora sus clientes ya pueden acceder a los más de 17.800 Supercargadores de Tesla disponibles en este mercado. Para ello, los propietarios de un vehículo eléctrico de Cadillac, Chevrolet o GMC deben adquirir previamente un adaptador de CCS1 a NACS aprobado por la propia General Motors, cuyo coste para el usuario es de 225 dólares.

Algunos reportes publicados a finales del mes agosto sugerían que había todavía algunos problemas a nivel de software que estaban impidiendo que los clientes de General Motors pudiesen acceder a la red de Supercargadores de Tesla. Los mismos medios que se hacían eco de esta información, señalaban además la existencia de retrasos en la entrega de los adaptadores necesarios para conectar cualquier vehículo eléctrico de General Motors con un Supercargador de Tesla.

Inicialmente, solo los clientes residentes en Estados Unidos podrán comprar el adaptador NACS, aunque se espera que salgan también a la venta en el mercado canadiense antes de que acabe el año. GM, al igual que Ford y Rivian, adquiere actualmente estos adaptadores directamente de Tesla, pero también está buscando otros proveedores para satisfacer la demanda.

Conectar y listo

Con este adaptador, los conductores de vehículos eléctricos de General Motors podrán utilizar los Supercargadores de Tesla para completar una recarga. La misma aplicación que se emplea para comprar el adaptador también permite localizar Supercargadores, verificar su estado, iniciar el proceso de carga y realizar pagos. Obviamente, este adaptador permite también el uso de estaciones de carga de otras redes que no sean la de Tesla, siempre y cuando adopten el estándar NACS.

Tras este anuncio, Wade Sheffer, vicepresidente de GM Energy, ha destacado que el esfuerzo continuo de GM para acelerar la expansión de la infraestructura de carga pública es una parte integral del compromiso de la compañía con el impulso de la transición a la movilidad eléctrica. Prueba de ello es también el reciente anuncio de GM de abrir sus propias estaciones de recarga contando con la colaboración de la compañía EVgo.