Uber y Volvo se unen para lanzar un coche autónomo por las calles de San Francisco
Volvo y Uber han unidos fuerzas para desarrollar sistemas de asistencia a la conducción que permita a los Volvo que utiliza la compañía de transporte compartido funcionar sin necesidad de conductor, de manera paralela al desarrollo propio de la compañía sueca y conseguir resultados más rápidos y eficientes
Si los vehículos eléctricos e híbridos están arrancando por fin, el desarrollo de los coches autónomos son otra de las tecnologías que están siendo objeto de una mayor atención en la industria automovilísticas. Así que no nos parece extraño que dos grandes empresas del sector, una dedicada a la fabricación de vehículos y otra que les da una aplicación práctica en varios ámbitos unan fuerzas para conseguir coches con sistemas de conducción autónoma y que puedan valerse por sí solos.
La empresa de automoción es Volvo, que aporta los Volvo XC90, que han sido adquiridos por Uber y modificados con los sistemas que han desarrollado ellos mismos. Estos coches comenzarán a circular por las calles de San Francisco, de manera completamente autónoma y prestarán los servicios habituales en Uber para que incluso los conductores sean prescindibles en la realización de estos trayectos. Eso sí, en esta primera fase, y como ocurre en todas las pruebas que se están realizando en estos momentos, habrá un empleado de Uber controlando el coche en todo momento.
Uber y Volvo están trabajando juntos en estos desarrollos desde la firma del acuerdo de colaboración en el mes de agosto y ya han participado juntos en una prueba piloto en Pittsbugh. A partir de ahí, ambos han perfeccionado el hardware y el software que se ha de utilizar, puliendo los fallos y errores que pueden haber surgido en esas primera pruebas.
Uber utiliza tecnología propia para sus sistemas de conducción autónomaLas tecnologías de Uber se adaptan a la plataforma que Volvo ha utilizado en la fabricación del CX90, así que ambas se benefician de los desarrollos de la otra. En teoría, pese a compartir plataforma, el Volvo XC90, cada empresa mantendrá una línea de investigación diferente y sus sistemas serán diferentes. Supongo que en la práctica, se ayudarán mutuamente para conseguir avanzar hacia un fin compartido.
Esta plataforma, que recibe el nombre de SPA, forma parte de la investigación de Volvo para ir implementando tecnologías de propulsión eléctrica e híbrida, pero también este tipo de equipamiento para el apoyo a la conducción y conseguir de una manera más eficiente la conducción autónoma.
A partir de esta prueba, seguirán ambas empresas funcionando y seguro que comprobaremos como Volvo utiliza un sistema diferente. Uber modifica la imagen de los coches, instalando una barra en el techo que tiene integrados los sensores necesarios para poder conducir de forma autónoma. Una manera distinta de utilizar estos sistemas y que igual vemos por las calles de nuestras ciudades antes de lo que sospechamos.
Fuente | Volvo
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