3 deportivos que ofrecían cambio manual entre sus opciones y tal vez no lo sabías

Por todos es sabido que al mundo del motor están llegando todo tipo de novedades y nuevas tecnologías. Algunas nos gustan más que otras pero si hay algo que está tendiendo a desaparecer es, sin duda alguna, las cajas de cambio manual. Este tipo de transmisión es extremadamente escasa entre los supedeportivos y solo se está dejando como opción en utilitarios y compactos.

A día de hoy incluso ya es difícil encontrar una berlina moderna que nos permita cambiar de marcha manualmente. Es cierto que muchos cambios automáticos -por no decir todos- intentan solventar este problema con una opción secuencial, que nos permite jugar con las marchas de nuestro vehículo mediante unas levas situadas detrás del volante.

Lamborghini Murciélago SV LP-670-4

Hoy os traemos un artículo con un toque algo nostálgico y para ello vamos a hablar de tres deportivos que no datan de hace mucho y contaban entre sus opciones con un cambio manual, pero pocas personas son conocedoras de dicho hecho. Vamos a empezar con el que seguramente resulte más extraño, el Lamborghini Murciélago SV LP-670-4.

Es cierto que el Lamborghini Murciélago se vendía con un cambio manual en su versión estándar pero, cuando salió a la venta el SV, la vida comercial del toro más fiero estaba llegando a su fin y casi todas las unidades se vendieron con la transmisión automática E-Gear. Pero la firma italiana tuvo en cuenta a sus clientes más puristas y ofrecían como opción una caja manual de seis velocidades para el Murciélago más potente de todos los tiempos.

Las unidades que se produjeron con esta opción fueron muy escasas y hoy en día contarán con un valor bastante más alto que el de su hermano con cambio automático. Sin duda alguna, tiene que ser una experiencia apasionante la de tener bajo tus ordenes a un motor V12 de 670CV y asociado a un cambio manual.

Ferrari California de primera generación

Y de una marca italiana nos vamos directamente a otra. La firma del cavallino rampante también cuenta entre sus vehículos más reciente con un rara avis, se trata del Ferrari California de primera generación. El California se presentó como un vehículo más racional y polivalente, que estaba enfocado a un público más joven.

Pero Ferrari tuvo un pensamiento similar al de Lamborghini y llegaron a la conclusión de que añadir una caja manual a su deportivo más juvenil le ayudaría tener aún más exclusividad. La mítica caja de rejilla metálica hizo acto de presencia en pocas unidades del Ferrari California, pero sin duda alguna poder disfrutar a cielo abierto del sonido de su V8 atmosférico y del cambio manual tiene que ser una maravilla.

Realmente pocas fueron las unidades del Ferrari California que contaron con esta opción y una de ellas fue vendida hace unos años, por casi medio millón de dólares. Pero los italianos no fueron los únicos que tuvieron esta particularidad.

Porsche Panamera

Es cierto que Porsche presenta en la actualidad diversos modelos con una caja de cambios manual, tales como el 911 GT3, 911 Carrera T o el Cayman GT4. Pero la firma alemana también otorgó a otro de sus vehículos este tipo de transmisión. Nos referimos a la berlina por excelencia, el Porsche Panamera.

La primera generación de la berlina germana ofrecía una transmisión manual de 6 velocidades, además de la impresionante PDK. Esto permitía disfrutar de una conducción en la que el piloto y el vehículo están mucho más conectados y, al mismo tiempo, poder llevar a toda la familia. El cambio manual se podía pedir con el Panamera S, que ofrecía 400CV.

Sin duda se echan en falta este tipo de cambios en los últimos deportivos pero debemos de admitir que las cajas automáticas cada vez son más sorprendentes y ofrecen unas prestaciones impresionantes que nos permiten sobrepasar nuestros límites al volante. Aun así, siempre podemos seguir disfrutando de otros vehículos con una concepción similar, como el el Mazda MX-5 que probamos hace poco el cual ofrece unas sensaciones únicas. La extinción del cambio manual nos incita a disfrutar aún con más ganas de este tipo de transmisión.