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Transformar autobuses diésel en eléctricos, ahora mucho más fácil
Esta plataforma va a permitir que los autobuses diésel puedan convertirse en autobuses eléctricos sin problemas y seguir funcionando a menor coste.
Uno de los grandes problemas para la descarbonización de los autobuses y el resto de transporte público viene del uso masivo de motores diésel. Muchos autobuses dedicados a este servicio son nuevos y retirarlos del servicio activo puede suponer un problema bastante grande, ya que todavía tienen muchos años de vida útil. Pero en Inglaterra ha encontrado una solución.
No hace falta retirarlos del servicio ni comprar autobuses libres de emisiones, bastante caros. Basta con utilizar la nueva plataforma modular Kleanbus y convertir un autobús diésel en uno propulsado por motores eléctricos. El coste de esta operación es de una quinta parte de ese coste, así que se puede sustituir el sistema de tracción de manera muy asequible.
Kleanbus, la solución limpia para transporte urbano
La plataforma Kleanbus está diseñada para acoger a una amplia variedad de motores, baterías y otros elementos para adaptarse a las necesidades de los clientes y los vehículos a transformar. De momento, y sin tener mucha información disponible, ya sabemos que de entrada utilizará motores eléctricos sin imán permanente. Esto quiere decir que no utilizarán tierras raras para su fabricación, como el neodimio o el disprosio. Estos son elementos muy caros y además su obtención provoca un gran impacto medioambiental.
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PLATAFORMA KLEANBUS
Para realizar la conversión, Kleanbus recepciona el autobús a modificar en su planta en el Este de Inglaterra. Allí retiran el motor diésel y todos sus elementos. Después escanean el vano del mismo y obtienen una imagen completa del espacio. Recrean el vehículo en forma de imagen virtual utilizando la plataforma creada para ello y después proceden a la instalación del equipo motriz eléctrico.
Tras esto, realizan varias pruebas y entregan el vehículo al cliente, con su correspondiente certificación. Todo esto costará alrededor de dos semanas, un tiempo que depende de la complejidad, el modelo y los cambios a realizar. Todos los autobuses pueden someterse a este proceso y su coste es muy inferior al de comprar un autobús eléctrico. Además, aseguran desde Kleanbus, los costes de mantenimiento una vez realizada la transformación, son muy inferiores.
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