Toyota piensa comercializar vehículos parlantes en los EE.UU en 2021

Guillermo Lopez     18 abril 2018     3 min.
Toyota piensa comercializar vehículos parlantes en los EE.UU en 2021

Toyota quiere ser pionero en comercializar las tecnologías V2V y V2R en sus coches para que estos ”hablen” entre sí mediante tecnología de corto alcance

Con la finalidad de evitar miles de accidentes todos los años, Toyota planea utilizar a partir de 2021 en los Estados Unidos la tecnología inalámbrica de corto alcance en la mayoría de los modelos de su gama para que sus coches puedan hablar entre sí.

Toyota quiere así impulsar la propuesta que en diciembre de 2016 realizó la administración Obama para requerir a los fabricantes de automóviles que incorporasen esta tecnología en todos sus nuevos modelos, para asegurarse de que todos los vehículos “hablen el mismo idioma a través de una tecnología estándar común a todos ellos”.

Según la NHTSA, el organismo en Norteamérica equivalente a nuestra DGT, en 1999 la administración estadounidense concedió a los fabricantes de automóviles un bloque del espectro radiofónico en la banda de 5,9 GHz para que desarrollasen las comunicaciones vehículo a vehículo (V2V) y las que se producen entre el vehículo y la infraestructura (V2R y V2I).

El intercambio de datos entre vehículos cercanos se produce hasta 10 veces por segundoDurante casi una década, los fabricantes han estudiado y desarrollado la tecnología necesaria para ello, aunque su uso sigue siendo muy reducido, tanto que algunos políticos norteamericanos comienzan a plantear que el espectro reservado se abra a otros posibles usos. Sin embargo, los fabricantes de automóviles han pedido al Gobierno norteamericano que acelere la regulación de los sistemas y establezca las condiciones de uso para esta tecnología lo antes posible, y que no sólo proteja el espectro radiofónico ya reservado sino que prevea incluso una posible ampliación del mismo ante el fuerte crecimiento que puede suponer explotar su uso en el tráfico.

En intercambio de datos entre los vehículos se produce hasta 10 veces por segundo entre vehículos cercanos entre sí. Lo que permitirá identificar los riesgos y proporcionar advertencias para evitar posibles accidentes especialmente en aquellos que se producen en las intersecciones, gracias a los nuevos sistemas de alerta y ayuda a la conducción que ya están en funcionamiento en muchos vehículos a la venta.

Según datos de la NHTSA la implantación de la tecnología V2V o V2R en los automóviles, que anticiparán y contribuirán a la llegada de la conducción autónoma, ayudara a reducir sensiblemente la accidentalidad de los vehículos. La regulación de su funcionamiento podría suponer un coste de entre 135 a 300 dólares por cada vehículo nuevo lo que supondría una inversión superior a los 5.000 millones de dólares, una nimiedad si tenemos en cuenta que su aplicación permitiría reducir unos 600.000 accidentes al año, lo que permitía ahorrar 71.000 millones en reparaciones anualmente cuando la tecnología esté desarrollada por completo.

Toyota quiere impulsar ahora el uso de esta tecnología y se plantea la posibilidad, como ya hiciera General Motors en 2017 con el Cadillac CTS (el único comercializado hasta el momento con el sistema), de comenzar a ofrecer conexiones V2V. Estos nuevos sistemas de comunicación de corto alcance se vienen probando en distintos proyectos piloto y coches de prueba circulando por la calle desde hace una década para transmitir datos sobre distancias, velocidad, dirección y velocidad desde la unidad de pruebas a otros vehículos situados a 300 metros de distancia.

Toyota viene implantando esta tecnología en los modelos que comercializa en Japón desde 2015, donde ya circulan más de 100.000 unidades con conexiones V2V y V2R. Y ahora planea introducir esta tecnología en sus modelos que pondrá a la venta en los Estados Unidos en un par de años.

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