La ciudad danesa ha recibido 100 Toyota Mirai, el modelo de pila combustible de hidrógeno para su incorporación a la flota de taxis de la mano de DRVIR.
El Toyota Mirai ya es el primer taxi de hidrógeno de Madrid
Madrid cuenta ya con el primer taxi con pila de combustible de hidrógeno, un Toyota Mirai que cumple todos los requisitos puestos por el ayuntamiento.
Los taxis y otros vehículos dedicados al transporte público están experimentando los cambios que están llegando a la movilidad urbana. Los vehículos con pila de combustible de hidrógeno están llegando a las ciudades, principalmente en forma de autobuses. Pero también hay espacio para los turismos, así que cada vez será más fácil encontrar taxis propulsados por este combustible.
En Madrid ya está listo para comenzar a prestar servicio el primer taxi con pila de combustible de hidrógeno. Se trata de un Toyota Mirai, que ha recibido el visto bueno del Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad del Consistorio. El Mirai tiene que cumplir, como cualquier otro vehículo, con toda la normativa establecida para prestar el servicio de taxi en la capital.
Todos los requisitos en orden
El Toyota Mirai que ha cumplido con las exigencias legales y normativas vestirá en su carrocería la tradicional franja roja. Se ha homologado como un taxi de cinco plazas. Eso sí el asiento central, como suele ocurrir en muchos turismos de este tipo, es bastante estrecho y no permite que un adulto viaje con comodidad.
El servicio de taxi en Madrid está cambiando mucho, ya que desde el 1 de enero de 2018 ya no pueden prestar servicio los vehículos que no tengan etiqueta 0 o ECO. A partir del 31 de diciembre de 2022 ya no podrán utilizarse los coches con más de diez años de antigüedad. Todo esto hace que los coches con pila de combustible de hidrógeno se conviertan en una opción muy adecuada para prestar el servicio.
Si nos fijamos en el Toyota Mirai, este tiene un coste de mantenimiento bajo y es capaz de ofrecer una autonomía de hasta 650 kilómetros con una sola carga de 5.6 kg de hidrógeno a 700 bares de presión. Esta cifra le permite contar con una autonomía superior a los coches eléctricos de batería e incluso de algunos con motor de combustión, lo que le convierte en un vehículo ideal para moverse por la ciudad.
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