Toyota Land Cruiser 300: así prueba INKAS el blindaje que le ha administrado

Los coches blindados están en el mercado desde hace mucho tiempo. Son vehículos normales a los que se les añade una capa de blindaje para que resistan el ataque de varios tipos de municiones y otro tipo de agresiones. A veces, eso supone cambiar varios elementos de la carrocería por otros resistentes, capaces de resistir castigos muy elevados. Una de las empresas que se encargan de esto es INKAS, una compañía canadiense que hoy nos muestra como prueba uno de estos vehículos blindados.

Se trata de un Toyota Land Cruiser 300, al que se ha realizado una profunda transformación para que por fuera siga siendo el mismo modelo, pero para que sus pasajeros se encuentren totalmente a salvo en su interior. El vehículo ha sido modificado por el preparador con un alto nivel de resistencia al impacto de balas de distinto calibre y al efecto de explosiones de granadas y minas terrestres.

Un SUV muy resistente

El Toyota Land Cruiser ha recibido la certificación VPAM VR7. El certificado VPAM es un estándar de blindaje para vehículos creado en Alemania y la denominación VR7 acredita que puede resistir el impacto de disparos de calibre 7.62 x 51 y 5.56 x 45. Para probar su resistencia, el blindaje se ha sometido a 780 rondas de disparos de varios calibres. En esta prueba, ninguna ha llegado a penetrar en el habitáculo, garantizando la seguridad de los ocupantes.

Además, el Toyota Land Cruiser 300 resiste sin problemas la explosión de varias granadas. Esto le ha valido la certificación de Nivel 2 STANAG4569. Este estándar lo ha establecido la OTAN y determina el nivel de protección de los ocupantes de vehículos logísticos y blindados ligeros frente a explosivos.

El Mercedes Clase S se blinda ante las balas y las granadas gracias a INKAS

El transformador INKAS ha creado este modelo blindado sobre la base de un Mercedes S580 4MATIC, que puede resistir el impacto de balas de alto calibre y granadas

Las pruebas con explosivos no han sido ligeras, precisamente. Se han detonado seis granadas en el techo, cuatro bajo el vehículo, además de dos minas terrestres y 15 kg. de TNT junto al mismo. Ninguna de estas explosiones ha provocado daños dentro del habitáculo y el muñeco de pruebas no ha sufrido ningún daño.

En el vídeo que vas a encontrara al final del artículo se puede ver cómo el Land Cruiser sufre un considerable castigo y pese a ello, el habitáculo permanece intacto. Estéticamente, la única diferencia que presente este vehículo respecto a uno normal es la escotilla de escape que se ha instalado en el techo.

En realidad, no solo cuenta con vidrio balístico. Hay refuerzo blindado en la parte trasera, el depósito de combustible, el servofreno y la batería, además de en las puertas, para evitar que los ocupantes sufran daños. Un Toyota a prueba de balas que solo van a necesitar un puñado de personas en todo el mundo, pero que desde luego, cumplirá con su función.