iQ Toyota Salón de Tokio Tuning
El Toyota IQ que nació queriendo ser un GR Yaris ha llegado
Pequeño pero matón. Así es este nuevo Toyota IQ que luce casi idéntico a su hermano mayor el GR Yaris y que monta como propulsor un motor de Kawasaki
Continuando con los grandes lanzamientos previstos para el Salón de Tokio que dará comienzo a mediados del próximo mes enero, hoy os traemos una creación muy curiosa y realmente especial que toma como base la del pequeño Toyota iQ, convirtiéndose en una réplica a escala del popular GR Yaris y que recibe el nombre de Yaris Jr.
Ya solo con este nombre, nos hacemos a la idea de lo que tendremos delante, concretamente un frontal idéntico al de la versión más deportiva del Yaris, gracias a su parrilla de gran tamaño y mismos paragolpes, grupos ópticos y un capó en fibra de carbono culminando la imagen frontal de este pequeño deportivo.
Un mini Yaris
Si giramos 90 grados, es dónde más nos daremos cuenta que se trata de un Toyota IQ. Esto es debido a su corta batalla y a su reducida longitud, ya que recordemos que es de 1 metro menos que la del GR Yaris. Sin embargo, los creadores de este metabolizado iQ, han incorporado unas llantas Work con un fitment perfecto y unas taloneras y caderas mucho más musculosas, que simulan a la perfección la imagen lateral de su hermano mayor.
Ya en su zaga, el Yaris Jr cuenta también con los mismos pilotos traseros y un paragolpes y difusor muy deportivos, que a pesar de darle una gran sensación de anchura al conjunto, no llega a equipararse a la del afamado GR Yaris.
Un interior de otro nivel
Terminado su apartado exterior, esta pequeña creación, incorpora unos asientos baquets anclados al suelo, un volante deportivo firmado por momo y una nueva instrumentación, perfecta para dar toda la información al conductor relativa a las temperaturas y funcionamiento del motor, que curiosamente se encuentra tras los asientos.
El motor con el que cuenta el Yaris Jr, proviene de nada menos que una Kawasaki ZX-14R. Una moto que desarrolla unos increíbles 211 CV y 154 Nm de par máximo, ideales para catapultar al Toyota IQ más radical del mundo.
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