El Toyota Hilux cumple 50 años de vida después de ocho generaciones a sus espaldas

Muchas son las marcas que cuentan con un modelo emblemático entre sus componentes, uno que destaca notablemente por encima de la competencia y, por suerte para los amantes del coche, este sigue manteniendo intacta su esencia generación tras generación. El Toyota Hilux es uno de esos modelos que no deja indiferente y que lleva trasmitiendo sus genes de pick-up después de 50 años recién cumplidos. Hoy, con motivo de su cumpleaños, haremos un repaso de la historia de este legendario modelo.

Pocos son los vehículos actuales que se siguen manteniendo fiel a lo que en antaño fueron, pero el Toyota Hilux puede situarse dentro de esos afortunados junto al Mercedes Clase G. Con su versatilidad de pick-up ha conseguido satisfacer a sus clientes combinando su comodidad con unas clara aptitudes off-road desde el año 1968, fecha en la que el primer Hilux salió de la factoría de la marca nipona.

Prueba Toyota Hilux VX 150D: poderío japonés

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La primera generación del pick-up japonés vio la luz a finales de los años 60 y se presentó como un concepto aún poco asentado en Europa, pero poco a poco el Hilux encandiló a todo aquel que se dejaba persuadir por sus encantos. Por aquel entonces, ya presentaba una puesta a punto capaz de atravesar los terrenos más duros y aguantar cualquier tipo de contratiempo, algo que conseguía gracias a su propulsor de 1.5 litros capaz de rendir 70 CV y, sobre todo, gracias a su suspensión delantera de doble triángulo/resorte helicoidal y suspensión trasera de eje rígido/ballesta.

1972, el segundo Hilux hace su aparición pero manteniéndose fiel a sus mayores, puesto que presentaba los mismos componentes mecánicos. La principal diferencia es que este segundo pick-up erogaba 105 CV procedentes de un motor más grande de 2.0 litros para la versión Highway, que se encabezaba como el tope de gama. Seis años más tarde se dio paso a la tercera generación, que presentaba cambios importantes en el interior.

Las calidades del habitáculo mejoraron y se adoptaron materiales propios de una berlina. Este incremento también se vio reflejado en el tamaño puesto que la cabina del Hilux crecía 90 mm, ofreciendo una mayor habitabilidad para sus ocupantes. El año 1983 fue el elegido para sacar al mercado la cuarta generación del pick-up por excelencia y que Toyota aprovechó para incorporar ciertas novedades.

Este Hilux contaba con la posibilidad de enviar toda la potencia del motor al eje trasero y la carrocería se revestía para ofrecer un aspecto moderno e innovador. En la quinta generación se mantuvo la misma filosofía pero aumentando el equipamiento que podía ofrecer el pick-up de Toyota. Una diferencia sustancial entre los modelos con tracción trasera y tracción total eran los pasos de rueda: los primeros incorporaban unos guardabarros sin salientes, mientras que los segundos presentaban unos contundentes salientes en los pasos de rueda, haciendo que los Hilux 4×4 fuesen 40 mm más anchos.

La sexta y antepenúltima generación obtuvo un lado comercial, con el objetivo de introducirse en otros sectores y otorgar a sus conductores con capacidades suficientes para ser un fiel compañero en el trabajo. Pero no fue hasta la séptima generación que el Toyota Hilux se instauró en más de 140 mercados diferentes, ampliando así sus fronteras y aumentando considerablemente sus ventas. Esto fue así hasta el año 2015, fecha en la que la octava y actual generación del pick-up llegó al mercado.

50 años han pasado desde esa primera generación que marcó el comienzo de una nueva era para Toyota y, tras este tiempo, sigue estando como referente del segmento. De momento el último Hilux tan solo tiene tres años a sus espaldas y serán necesarios muchos más para ver una novena generación, la cual prometerá ofrecer toda la última tecnología de la marca.