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¿Tienes 1,45 millones de euros? Inviértelos en este Ferrari F40
De vez en cuando se encuentran coches a la venta que son auténticos «chollos». Una unidad que valga casi 1,5 millones de euros no parece serlo a simple vista, pero si hablamos de un Ferrari F40 en perfecto estado y con unos 3.200 km recorridos, igual es una de las mejoras inversiones que se puedan realizar. ¿Tienes el dinero?
Con motivo del 40 aniversario de la marca, el gran Enzo Ferrari quería rendir un enorme homenaje al “cavallino rampante” y para ello encargo un coche tan especial como el Ferrari F40.
Su producción comenzó en 1987 y finalizó cinco años más tarde, en 1992. En principio se querían fabricar unas 400 unidades, pero Ferrari se vio prácticamente obligada a aumentar esa cifra hasta poco más de 1.300 unidades, todas ellas en el tradicional color Rosso Corsa.
Motor V8 con doble turbo, 478 caballos, 1.100 kilos de peso, chasis tubular de acero con monocasco en fibra de carbono, de 0 a 100 en 4,5 segundos y 324 km/h de velocidad máxima son solo algunas de sus características técnicas, a las que hay que sumar un diferencial trasero autoblocante, una reducida distancia entre ejes y unas reacciones muy vivas no aptas para cualquier conductor.
Por aquellas fechas, el precio del Ferrari F40 en España era de unos 40 millones de las antiguas pesetas, lo que podrían ser 240.000 euros, aunque el precio de las monedas ha variado demasiado en estos casi 30 años y serían muchos más.
Ahora hemos encontrado una unidad que se encuentra en venta por 1,59 millones de dólares, que al cambio actual son más o menos 1,45 millones de euros. Puede parecer un precio altísimo, más aún si pensamos que es un coche de 26 años (esta unidad se produjo en 1990), pero no todos los días sale a la venta uno de los Ferrari más admirados y exclusivos de la historia. El último modelo que se produjo con Enzo Ferrari en vida.
Además, esta unidad concreta se encuentra en un estado excepcional, como debe de ser. Su marcador refleja una distancia recorrida de solo 3.200 kilómetros, por lo que poco desgaste mecánico puede tener.
En las fotos no se aprecia ni un solo defecto, ni en el exterior ni en el interior. Y ya que hablamos del interior, basta echar solo un breve vistazo en el habitáculo para darnos cuenta de que este icónico modelo fue diseñado para conducir y sentir la conducción. El volante, tres pedales y una palanca de cambios es todo lo que se necesita. ¡Ah!, y un V8 biturbo en la parte trasera.
Vía | Carscoops
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