¿Tienen futuro los diesel? Bajan las ventas y aumentan limitaciones y restricciones
El creciente incremento de restricciones a los vehículos, nuevas normativas de emisiones y energías alternativas generan dudas sobre el futuro de los diesel
La incertidumbre cada vez es mayor. Comprar coche hoy exige apostar por un tipo de motorización para los próximos 6 a 10 años en el caso de los particulares o 4 a 6 años en el caso de las empresas y esos son plazos muy largos a la vista de los cambios que parece que se avecinan en materia normativa respecto del uso de este tipo de vehículos, las crecientes restricciones y las importantes limitaciones a la circulación que los Ayuntamientos ya no solo planean sino que también están implantando en las grandes ciudades.
Esto está provocando que en los últimos tiempos la cuota de mercado de los vehículos diesel esté cayendo. Durante el último año las matriculaciones de diesel cayeron 8,8 puntos en España y 5,6 puntos en Europa. En agosto del pasado año, la cuota de mercado del diesel alcanzó su nivel más bajo desde 2003, registrando una bajada del 5,6 por ciento respecto al mismo período de 2016. Desde el principio del año, la cifra sin ser tan pronunciada como la estadística mensual, apunta un nuevo descenso del 4,4%.
Y los planes de gobiernos como el británico o el francés de prohibir la venta de motores de combustibles de combustión en 2030 y 2040 respectivamente generan aún más incertidumbre en el mercado a los compradores de automóviles a la hora de tomar una decisión de compra correcta.
Aún así, «El diesel representa más de la mitad de las matriculaciones de turismos y vehículos comerciales ligeros en Europa. En el segmento exclusivo de flotas, esa proporción alcanza incluso los dos tercios», afirma Luc Soriau, director general de Arval España, operadora líder del sector del renting.
El automóvil no es el único emisor; otros emisores no tienen filtros de partículas, ni sistemas catalizadores, ni AdBlueEl comportamiento de los consumidores es, sin embargo muy diferente. El canal de matriculaciones de particulares muestra una caída en el número de matriculaciones de vehículos diesel mucho más acusada que en el de empresas, donde la cuota de mercado de motorizaciones diesel apenas se resiente y mantiene una cuota de mercado del 76%. Y esa caída se está produciendo principalmente debido tanto a la menor disponibilidad en el mercado de opciones diesel en los segmentos inferiores como a la creciente oferta —aunque todavía muy minoritaria— de vehículos híbridos, eléctricos y de otras energías alternativas.
La razón de semejante diferencia en las apreciaciones del riesgo existente en la compra de un diesel: el cálculo de los TCO que las empresas analizan para tomar sus decisiones, cuyos resultados siguen haciendo de los vehículos diesel los más eficientes y recomendables del mercado.
Por esta razón, al contrario de la creencia general sobre la pervivencia de los vehículos diesel en el mercado en Arval «no creemos en una muerte súbita del diesel» -afirma Manuel Orejas, director de Marketing y Business Development de la operadora de renting. «Creemos que habrá una disminución progresiva de su tasa de mercado que se irá trasladando sobre todo a los motores gasolina inicialmente y, a la larga, a los híbridos y eléctricos«, afirmó durante el debate celebrado sobre «El futuro del diesel».
Las mecánicas de gasóleo «seguirán siendo decisivas para alcanzar los niveles de CO2. Pese a que la evolución hacia el vehículo eléctrico es imparable, la desaparición del diesel será un proceso largo».
«Conviene recordar que los modernos diesel Euro6 cumplen sobradamente con las exigencias de las distintas normativas de emisiones vigentes, al tiempo que mantienen su prevalencia en costes de uso (TCO) respecto del resto de posibles tipos de motorización, razón por la cual las empresas siguen y seguirán apostando por la incorporación de diesel en sus flotas. Y si los particulares hicieran los mismos análisis también seguirían apostando por el diesel», afirmó Orejas.
Blas Vives, secretario general de Faconauto, puso de relieve el esfuerzo que la industria del automóvil realiza en la lucha por reducir las emisiones de los vehículos. «Sólo en 2017, el sector ha generado 8.000 nuevas patentes, el 40 por ciento de las cuales están directamente vinculadas a la reducción de emisiones. El sector invierte 90.000 millones de euros sólo en patentes para mejorar la sostenibilidad del transporte y su seguridad. No hay otro sector que haya conseguido esos objetivos en tan poco tiempo».
Vives recordó igualmente que «el automóvil no es el único emisor. Hay otros emisores que no tienen ningún tipo de control ni seguimiento y sobre los cuales apenas se actúa. Las calefacciones, por ejemplo, no tienen filtros partículas ni sistemas catalizadores, ni AdBlue ni nada parecido». Según Vives, «el objetivo de los legisladores y autoridades debería centrarse más en fomentar el rejuvenecimiento del parque y conseguir retirar de la circulación los vehículos más viejos promoviendo una retirada responsable de los mismos, incentivando la compra de vehículos nuevos y penalizando el uso de los vehículos más contaminantes».
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