The Crew para Xbox 360, nuestras impresiones
El nuevo videojuego de carreras de Ubisoft introduce a los pilotos en una de las reproducciones virtuales de Estados Unidos más amplias y documentadas que se han visto en el género. La fórmula se complementa con las guerras de facciones, un modo en red ideado para los más ambiciosos. En versión Xbox 360, el conjunto desluce bastante a causa de la degeneración técnica.
Anunciado a bombo y platillo en 2013, y tras varios retrasos y fases beta, la editora francesa Ubisoft por fin ha lanzado The Crew al mercado. Este videojuego multijugador masivo en red de carreras nos propone atravesar 5.000 kilómetros cuadrados de superficie adornada con los parajes más representativos Estados Unidos acompañados de una gran cantidad de jugadores que participan simultáneamente en distintos desafíos.
La modalidad en red, que vertebra casi todo el juego (solamente funciona si se dispone de conexión a Internet) se fundamenta principalmente en las tareas cooperativas. De forma asíncrona o participando en equipo, The Crew busca que los usuarios se apoyen entre sí para alcanzar los objetivos, superar a los rivales y explorar a fondo el escenario.
Una adaptación poco favorecida
El sacrificio de calidad técnica que ha experimentado el título se revela casi constantemente.The Crew se diseñó para PC, PS4 y Xbox One, pero Ubisoft y el estudio desarrollador francés Ivory Tower decidieron concebir una versión para Xbox 360 que permitiera acceder al título al público que no ha realizado la transición a las nuevas plataformas. El resultado, por desgracia, no invita a la crítica positiva debido a que los requisitos técnicos del juego rozan o casi rebasan el límite de las capacidades de la consola de Microsoft.
Comparada con las demás versiones, la de Xbox 360 refleja una seria disminución de la calidad gráfica y del rendimiento (baja fluidez, procesos de carga demasiado largos, etc.) del producto que desmerecen el tremendo esfuerzo de sus autores por elaborar una reproducción virtual de EE. UU. llena de detalles, paisajes muy variados y los sitios más famosos de sus principales ciudades.
Los vehículos también acaban algo perjudicados en esta adaptación debido a que sus texturas, luces y daños tuvieron que reelaborarse con un menor grado de fidelidad. Sí se mantiene el gran repertorio de modificaciones visuales y mecánicas que se pueden instalar en ellos, aunque no representan una innovación significativa en relación a lo ya visto en el género.
En la versión de Xbox 360, los coches no lucen tan bien como en estas capturas de pantalla.
Mejor sobre el asfalto que fuera de él
El control sobre superficies sin asfaltadar demanda mucha pericia y concentración por parte del jugador.El manejo arcade de los vehículos, incluso con los diferentes kits de preparación que ofrece el juego y las mejoras de prestaciones que se obtienen con los desafíos, resulta más cómodo cuando se circula por carretera que sobre otras superficies. Al pasar a las rutas no asfaltadas o con peores condiciones de adherencia, mantener el control se torna muy difícil, al igual que corregir la trayectoria tras una colisión o un aterrizaje desafortunado.
The Crew cuenta con diversos métodos para tratar de apoyar a los jugadores: tres configuraciones de las ayudas a la conducción, bonificaciones en forma de mejoras adicionales de las prestaciones (independientes de las nuevas piezas) y una función llamada «encarrilar» que recoloca el vehículo en la dirección correcta.
Sin embargo, ninguna influye de modo tan significativo como para considerarse que verdaderamente resuelvan los escollos a los que se enfrenta el usuario en el juego. The Crew requiere paciencia y repetir varias veces las mismas misiones, pues no admite puestos inferiores al primero a la hora de progresar. En cambio, determinadas pruebas como las huidas o la mayoría de desafíos contrarreloj no representan retos insalvables.
Existe una gama variada de actividades en solitario, pero las auténticas estrellas son las modalidades cooperativas para varios jugadores.
A la conquista de EE. UU.
Las pruebas de habilidades, aunque breves, proporcionan puntos de experiencia útiles para subir de nivel y desbloquear nuevos desafíos.Las misiones del modo Historia de The Crew plantean desafíos conocidos para los aficionados al género. No obstante, existe un tipo que no aparece con tanta frecuencia en estos videojuegos que consiste en golpear cajas esparcidas por un terreno. Superarlas es mucho más complicado que el resto y demandarán práctica y concentración ya que también cuentan con un tiempo límite.
Repartidas por el mapa se hallan asimismo unas pruebas de habilidades más amenas que las misiones, aunque no por ello significa que sean siempre más sencillas. Vienen muy bien para acumular puntos de experiencia con los que aumentar el nivel del vehículo y del jugador y para desbloquear nuevas actividades.
Las cinco regiones en las que se divide el escenario contienen un número de tareas lo suficientemente grande como para garantizar unas cuantas horas de juego desde que se entra en una hasta que el jugador debe dirigirse a la siguiente. Por el contrario, aquellas de carácter secundario como las de exploración dilatan en menor medida la vida del juego.
La alternativa a dichos modos se basa en las partidas multijugador, articuladas en torno a las clases de desafíos individuales ya descritas, y en una de las características más importantes de The Crew: las facciones. Los jugadores, en solitario o en grupos, integran estas bandas asociadas a cada una de las cinco regiones.
Las facciones se disputan territorios del vasto escenario de The Crew participando en guerras en las que la coordinación es clave.Sus miembros disponen de diversas misiones específicas para completar en solitario o en modo cooperativo. En general, duran mucho más que las misiones normales, de ahí que haya que coordinarse con otros jugadores para lograr los objetivos, y sus premios también son más suculentos.
Pero la principal meta que persiguen las facciones estriba en las batallas contra las facciones rivales y cuya victoria reporta la dominación de nuevos terrenos. Este sistema se alimenta de un grado de competitividad muy elevado y le otorga un estilo más original al modo en red de The Crew.
Los interesados en un LaFerrari necesitarán ahorrar tanto si piensan gastar dinero virtual como si prefieren invertir dinero real.
Precios distorsionados
Al igual que otros títulos recientes, este juego incorpora las polémicas microtransacciones que sirven para adquirir paquetes de dinero virtual utilizando determinadas cantidades de dinero real. En The Crew, los usuarios pueden comprar coches y piezas con las que personalizarlos empleando dos clases de unidades monetarias: los Bucks, que se consiguen en los desafíos, y los puntos de equipo.
El juego entrega 100.000 de esos puntos al ingresar en una facción; a partir de ese momento, si el jugador desea incrementar su cuenta, debe aceptar los retos que organiza Ubisoft para la comunidad (de momento reservados para PC, PS4 y Xbox One) o invertir dinero real en nuevos paquetes de puntos de equipo.
Los precios atribuidos a ciertos modelos resultan ilógicos por sí mismos y en relación a su categoría.Donde peca el juego es en los precios de los vehículos, que no se rigen por los criterios habituales. Determinados modelos cuestan cifras sencillamente ilógicas por sí mismas e igualmente en relación a la categoría a la que pertenecen: un Corvette C6 ZR1 vale más del doble que un BMW M5 [F10] y un LaFerrari sale más económico que un Hummer civil.
Los descuentos de las bonificaciones no resuelven este defecto, por lo que si un jugador quiere hacerse con un Pagani Huayra únicamente gastando Bucks, pueden transcurrir semanas o incluso meses hasta que logre reunir la cantidad que pide el concesionario.
El producto ha empeorado sensiblemente con esta adaptación.
Para concluir
El análisis de The Crew para Xbox 360 evidencia que el juego no se pensó inicialmente para esta plataforma. Su destino era brillar en la nueva generación de consolas y en los ordenadores. Esta adaptación se ha dejado por el camino la calidad visual, la fluidez y el correcto funcionamiento de sus diferentes apartados.
Esta versión agradará únicamente a quienes van a por el juego por su escenario y por la guerra de facciones.Para ser justos, no toda la culpa se debe achacar a dicha versión. El juego en sí ya adolece de una física mejorable, un sistema económico abusivo y pocas posibilidades de regular la dificultad.
Aun así, cuenta con algunas virtudes reseñables, como el gigantesco escenario ideal para los aficionados a los viajes por carretera y una nueva perspectiva de los modos en red cooperativos. Si estos dos últimos atributos no convencen demasiado, lo mejor es ir a por cualquiera de las otras versiones de The Crew.
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