Tesla se une a los paros por la crisis del coronavirus

Todo parecía ir muy bien para Tesla, después del anuncio de la salida de la cadena de montaje de su vehículo eléctrico número 1 millón. Por fin estaba acortando los tiempos de entrega de los vehículos pendientes y se comenzaba a ver un avance en la empresa, que había pasado por una época muy confusa y con serios problemas. Pero, como a otras muchas empresas, la crisis del coronavirus ha truncado ese despegue.

La empresa estadounidense ha hecho como el resto de grandes compañías de automoción de Estados Unidos, que han hecho lo mismo que las ubicadas en Europa y Asia, suspender la producción. Se han resistido algo más que otras y será a partir del próximo lunes 23 de marzo cuando las factorías de Fremont y Nueva York paren sus líneas de producción.

Cierre ordenado

El cierre de la planta californiana y de Nueva York se producirá de forma escalada, para no causar más problemas en la aplicación de la medida. Pero el cierre de las operaciones de producción no quiere decir que la actividad se detenga de manera completa. Tesla va a continuar realizando operaciones de entrega y mantenimiento de los coches ya entregados. Además, hay que mantener activas las infraestructuras de carga de baterías.

El sistema de entrega de los vehículos se producirá de manera remota, gracias a una aplicación con la que el nuevo propietario de un Tesla podrá activar su coche a distancia y sin la presencia de un trabajador de Tesla. Los papeles que se necesiten firmar estarán dentro del coche y habrá un lugar habilitado en el concesionario para depositarlos una vez firmados.

¿Por qué el coronavirus está afectando a la producción de automóviles?

El coronavirus está afectando a la producción de automóviles debido a la necesidad de piezas secundarias que los proveedores no pueden fabricar.

Los servicios de mantenimiento, suministro de piezas necesarias para el normal funcionamiento de los vehículos y otras actividades que garanticen el normal funcionamiento de los coches que están en las calles, aunque no puedan moverse con la normalidad que todos esperan retomar dentro de un tiempo.