Tesla comienza ha ofrecer la actualización a la versión 9.0 del sistema de software para los Model X, Model S y Model 3, aunque de momento en Norteamérica
Tesla, negros nubarrones en su futuro pese a las buenas noticias en materia de producto
Tesla tiene importantes compromisos que cumplir en los próximos cinco meses que plantean dudas sobre su futuro pese a las buenas noticias de sus productos.
Actualización de contenido en algunos modelos, importantes logros en materia de máxima seguridad a bordo,… Tesla parece que ha iniciado una buena senda en cuanto a noticias de producto se refiere, pero la crisis financiera y empresarial de la marca que aún dirige Elon Musk persiste y tiene ante sí un complicado futuro a corto plazo a raíz de los fuertes pagos en metálico que tendrá que afrontar en apenas 145 días.
Tal y como anunciamos hace unos días, Tesla acaba de anunciar el lanzamiento de una gran actualización de los contenidos de software de sus Model S, Model X y Model 3. Igualmente, el Model 3 ha sido reconocido recientemente como el modelo más seguro del mercado según la NHTSA americana debido al bajo índice de probabilidad que sus ocupantes tienen de sufrir lesiones en caso de accidente, con los Model S y Model X en segunda y tercera posición respectivamente. Según la NHTSA, Tesla copa el podio de la seguridad… entre los 50 vehículos más seguros del mercado estadounidense.
El Model 3 es el único de los coches analizados que ha logrado bajar del 6 por ciento de probabilidades de lesión en caso de accidente, resultado alcanzado tras lograr las cinco estrellas en todos los apartados que se contemplan en los crash test que la NHTSA realiza a todos los vehículos a la venta en los Estados Unidos. Resultados obtenidos gracias a la mayor disponibilidad de espacio que habilita a bordo del coche la ausencia del motor térmico (facilita la construcción de una estructura aún más resistente y segura a los impactos), a una mejor distribución del peso y a disponer, gracias al posicionamiento de sus baterías, de un centro de gravedad extremadamente bajo.
Pero las buenas noticias en materia de producto procedentes del fabricante de vehículos eléctricos más seguidos del mundo contrastan fuertemente con las noticias relativas a la crisis empresarial que la marca atraviesa en los últimos meses. Crisis que podría agravarse hasta comprometer el futuro de la compañía si esta no es capaz de superar los fuertes pagos en metálico a los que deberá hacer frente durante los próximos 140 días.
Y es que a los ya conocidos y reiterados retrasos en la producción y entrega de unidades ya pagadas de antemano a sus clientes y la forzada reciente dimisión de Musk como presidente de la compañía se le suman ahora los cinco críticos meses que Tesla tiene por delante, durante los cuales la compañía ha de hacer frente a los pagos de cuantiosas deudas acumuladas en sus finanzas.
Debe pagar 1.500 millones de dólares en 5 meses
Tesla tiene que pagar en los próximos cinco meses más de 1.500 millones de dólares de los 11.500 millones de dólares que acumula de deuda, pagos que, en su totalidad deberá abonar en apenas 13 meses. Algunos de esos pagos son de carácter inmediato. En apenas dos o tres semanas, la empresa de Musk tiene que comenzar a soltar dinero, pero su primer gran pago tiene fecha real: 1 de marzo de 2019, fecha en la que los bonos convertible de 920 millones de dólares que la empresa emitió con un precio de conversión de capital establecido en 360 millones de dólares vencerán.
Y si tenemos en cuenta que el precio de las acciones ahora está en tan sólo 262,80 euros, parece poco probable que los inversores que en su día apostaron por la compañía puedan recuperar su dinero mediante el intercambio de acciones, lo que significa que Tesla se verá obligada a devolver dinero en metálico a sus inversores. Y eso en un momento en el que la situación económica parece complicarse a escala global, situación que podría provocar el encarecimiento de las opciones de Tesla a la hora de refinanciar su deuda en los mercados.
Retrasos inexplicables en las entregas: los fans se ofrecen a hacerlas
De ahí la importancia de los recientes esfuerzos realizados por Tesla por cumplir con los elevados ratios de producción de la compañía y, sobre todo, por aumentar el ritmo de entrega de los modelos a sus compradores. Recientemente, Tesla recurrió a autónomos y particulares para realizar las entregas de coches a sus clientes. Muchos de sus trabajadores —en especial los de oficinas— realizaban entregas durante los fines de semana, pero lo más sorprendente vino de la mano de los propios seguidores de la compañía, en especial de los compradores de sus modelos, que se ofrecieron desinteresadamente para realizar entregas a los nuevos clientes que recibían sus coches y a explicarles detenidamente el funcionamiento de los mismos.
El problema se destapó cuando una mujer, Megan Gale, descubrió que el coche por el que llevaba tantos meses esperando estaba aparcado en una campa de la estación de trenes de su ciudad mientras la empresa le retrasaba inexplicablemente su entrega debido a los graves problemas logísticos que atraviesa la compañía. Tras las disculpas que el propio Elon Musk le dio a través de Twitter, numerosos seguidores de la firma se ofrecieron a entregar los coches y a formar y asesorar a los nuevos usuarios en la utilización de sus vehículos. Nunca antes en la historia de la automoción unos usuarios se convirtieron tan activamente en embajadores de la marca del coche de sus sueños, y todo ello sin que Tesla realice ningún tipo de inversión en publicidad.
Todo un éxito por parte de Elon Musk, cuya situación no parece aún resuelta del todo. Musk ha sido condenado recientemente al pago de 20 millones de dólares (además de los 20 millones de dólares que igualmente deberá pagar Tesla por la misma razón) y a abandonar la presidencia de la compañía automovilística durante los próximos tres años debido a la falsa información que lanzó el pasado mes de agosto en la que planteaba la exclusión de Tesla de las bolsa neoyorquina mediante una ambiciosa operación de compra de las acciones en manos de inversores y particulares. Al hacerlo, Tesla incrementó sustancialmente el precio de sus acciones y salvó una importante pérdida de valor de las mismas que comprometía aún más su situación financiera.
Actualmente Musk se mantiene como CEO de Tesla, aunque deberá supeditar su actuación a un Consejo de Administración en el que se habrán de integrar dos directores independientes elegidos por la Comisión de Bolsa y Valores americana (SEC) para controlar las decisiones de Musk al frente de la misma. Aunque inicialmente el acuerdo (que contemplaba tanto las sanciones económicas como administrativas) parecía firme, lo cierto es que al parecer Musk todavía no lo habría suscrito.
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