La conducción autónoma sigue su camino hacia la automatización de la tarea de comandar un vehículos con la incorporación de nuevos sistemas como la tecnología Volvo LiDAR. La supresión de la actividad humana al volante de un automóvil y la gestión, mediante inteligencia artificial, del guiado de un coche sigue avanzando a pesar de la […]
Tecnología LIDAR: ¿sabes cómo funciona?
Los sensores son cada vez más habituales en los modelos más modernos y entre ellos encontramos el radar LIDAR, pero, ¿sabes qué es exactamente este sistema?
Los nuevos modelos de coches están comenzando a equipar distintos tipos de asistencias a la conducción que mejoran la seguridad durante la conducción. Se trata de elementos que funcionan de manera activa, detectando los distintos obstáculos que se puede encontrar el coche. Gracias a esa visualización del entorno, el coche puede activar distintos elementos de seguridad activa. Uno de esos sistemas de sensores es el radar LIDAR.
Esta tecnología es cada vez más común en los modelos más actuales y se utiliza para detectar obstáculos en la parte delantera de los coches. Gracias a un haz láser, el coche puede realizar un mapa en 3D de todo lo que tiene delante. Esto permite que pueda conocer el espacio que se abre frente a él y puede realizar cálculos complejos para evitar impactos con otros vehículos.
Qué es el LIDAR?
El radar LIDAR se encarga de mapear el camino por el que va a circular el coche, obteniendo una imagen en 3D y permitiendo que actúen otros elementos de asistencia de conducción autónoma. A diferencia del radar tradicional, el LIDAR no se basa en ondas de radio, sino que emite una luz láser que rebota en los objetos y vuelve al origen. Con los cálculos que realiza el procesador al recibir de vuelta ese haz de luz sólida, este puede «fabricar» una imagen precisa de lo que hay frente el vehículo.
Y lo más importante es que puede hacerlo a una velocidad muy rápida, así que traslada esa imagen en 3D en tiempo real. La emisión de esos haces láser es continua y la recepción de la luz rebotada también, así que es un sistema muy fiable y con un resultado muy eficiente.
El emisor del rayo láser está ubicado en el parabrisas o en otro lugar del frontal de vehículo, igual que el sensor que detecta el rayo rebotado en el objeto contra el que se encuentra. La gran ventaja entre el uso del radar tradicional y el LIDAR es que la longitud de onda del láser es más corta y gracias a él se obtiene no solo la distancia del objeto respecto al emisor (en este caso, el coche) sino también información sobre la forma de ese obstáculo.
El tratamiento de esa información es la que permite que el procesador sepa si el obstáculo es un vehículo, una bicicleta o un peatón y es capaz de actuar en consecuencia. Lo más normal es que se active el freno de emergencia, aunque esto depende del equipamiento tecnológico del coche. De todas maneras, la precisa detección de obstáculos a través del LIDAR evita muchos accidentes y situaciones de riesgo.
La combinación de varios sensores y este tipo de radares precisos es lo que permitirá, en un futuro no muy lejano, la total autonomía de los coches.
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