El usuario puede elegir entre el taxi y las plataformas como Uber o Cabify, aunque cada una de ellas puede tener más ventajas que la otra para el usuario
Taxis vs VTC, el conflicto que puede reactivarse la próxima semana
El Gobierno tiene la última palabra: taxistas velan armas para defender sus derechos y los VTCs comienzan a dar sus razones para evitar una decisión injusta
“La regulación española de transporte no dice que sólo puedan existir un VTC por cada 30 taxis. Lo que dice es que las Comunidades autónomas pueden no conceder nuevas autorizaciones si ya hay un VTC por cada 30 taxis”. Unauto VTC, la asociación que agrupa a las empresas concesionarias de licencias VTC ha pasado por fin a la acción para defender sus derechos y los de todos los clientes de los VTCs frente a las exigencias y demandas de los taxistas.
Para tratar de evitar la expansión de Uber y Cabify los taxistas exigen que se cumpla el ratio legal que teóricamente fija la Ley de Transportes Terrestres en 1 licencia de VTC por cada 30 licencias de taxi existentes en el mercado. En España actualmente existen unas 65.000 licencias de taxi frente a las poco más de 10.700 que ya se han concedido de VTC, lo que significa que actualmente la media nacional arroja un ratio de casi 1/7, aunque existen notables diferencias según la CC.AA de la que estemos hablando. Además, quedan otras 8.000 licencias VTC cuya activación está pendiente de una resolución judicial.
En Madrid (4.995), Barcelona (1.813) y Málaga (1.066) es donde más licencias VTC hay. Tres de cada cuatro concedidas están ahí mientras que en el resto de provincias tan sólo dos (Baleares y Cantabria) superan las 200 licencias y 15 de ellas ni tan siquiera alcanzan las 100 licencias.
De ahí el enfado de los taxistas —en especial los de Barcelona, Madrid y Málaga— que exigen que se cumplan los ratios que, según entienden ellos, marca la ley (1 VTC cada 30 taxis) y para ello piden la retirada del número de licencias VTC que sea necesario para cumplir con ese ratio. Las compañías de VTC no se niegan a cumplir tal “exigencia” de los taxistas, pero piden que en vez de retirar licencias de VTC ya concedidas se creen nuevas licencias de taxi hasta cumplir con el ratio 1/30, pero lógicamente a esto se oponen los taxistas dado que implicaría mucha más competencia al poner a muchos más taxistas en la calle, lo que supondría menor posibilidad de captación de ingresos para los que actualmente hay y además abriría la puerta del sector del taxi a los propietarios de las licencias VTC dotados de mayor pulmón económico. Y esta negativa del sector del taxi también genera a su vez críticas por parte de los VTC y del resto de la sociedad, pues se les acusa de querer mantener su oligopolio en el sector evitando la introducción de mayor competencia a la ya existente.
España, un país donde hay menos licencias VTC que la media de Europa
Y lo cierto es que en España hay bastantes menos licencias de VTC que en el resto de países europeos de nuestro entorno. En Francia, por ejemplo, hay una cifra semejante de taxis, unos 65.000, que comparten mercado con unas 20.000 licencias de VTC. En Portugal hay unos 13.000 taxis y 3.000 VTCs, lo que significa ratios de 1 VTC por cada 4 taxis, muy inferiores al que pretenden lograr los taxistas españoles. En el Reino Unido hay 80.600 taxis por 210.000 VTC´s, lo que significa un taxi por cada 2,6 VTC. En Italia hay 40.000 taxistas frente a 80.000 VTC, es decir el doble. Así que se puede decir que España es uno de los mercados más restrictivos con los VTCs en cuanto al tema del número de licencias se refiere.
Los taxistas acordaron parar su huelga —y sus amenazas y agresiones físicas a los conductores y los coches VTC— hasta el mes de septiembre para dar tiempo al ministerio de Fomento a analizar el problema y proponer una solución para el conflicto. El plazo está a punto de expirar y por el momento, se desconoce la solución que el Gobierno va a poner sobre la mesa de los taxistas aunque se plantean varias posibilidades. La primera de ellas pasa por acceder a todo lo que piden los taxistas, que básicamente son tres propuestas clave, a saber: Transferir las competencias en la materia a las CC.AA. junto con la financiación necesaria para hacer efectivo el traspaso lo antes posible, lo que permitiría a estas regular en cada caso la mejor fórmula para acercarse lo más posible al ratio 1/30 que marca la Ley de Ordenación de Transportes Terrestres.
Los taxistas plantean 3 posibilidades y todas pasan por cumplir el ratio 1/30 que marca la ley, retirando las licencias sobrantesLa segunda propuesta de los taxistas sería que las competencias fueran transferidas a los diferentes ayuntamientos sin pasar por las CC.AA. lo que permitiría limitar las licencias de los VTC mediante la creación de nuevas licencias municipales de actividad. Una fórmula a la que se niegan los VTC y que en la práctica supondría mantener el monopolio del transporte urbano en manos de los taxistas.
La tercera y última exigencia de estos sería que el Gobierno retirase las licencias de VTC, dado que el articulo 14 de la LOTT así lo contempla. Pero este rescate del taxi costaría mucho dinero público, pues habría que comprar muchas licencias e indemnizar a los propietarios por el lucro cesante y vista la rentabilidad que se obtiene las cifras serían un auténtico disparate que obligaría a pagar unos 150.000 euros por licencia, es decir, entre 2000 y 3000 millones que saldrían de la caja común de los españoles. Y visto el cariño que los usuarios le han cogido al taxi no parece la solución más recomendable a menos de un año para los próximos comicios y eso sin contar el enquistamiento del problema mientras los juzgados sentencian sobre el caso.
El Ministerio de Fomento entre la espada y la pared
La segunda gran posibilidad sería que el Gobierno trasfiriera las competencias a las CC.AA, pero sin la partida presupuestaria necesaria. De esta manera el gobierno evitaría tener que pagar el rescate millonario y la pelota estaría en el tejado de las diferentes autonomías. Algo a lo que estas se niegan en rotundo. Además estas aluden a que la culpa del conflicto la tiene sobre todo el ministro de fomento José Luís Abalos por retirar las medidas cautelares que en su día se pusieron al reglamento promulgado por Ada Colau en Barcelona mediante el que se creaba la licencia municipal; por no cortar desde el inicio la huelga de los taxistas y evitarla a toda costa y por realizar promesas a estos que ahora no puede mantener.
De producirse, este escenario nos llevaría nuevamente en septiembre a una nueva huelga, pues se incumplen las promesas que el ministro hizo a los taxistas para que terminaran con su conflicto en agosto. Y en este caso la convocatoria de huelga sería indefinida lo que llevaría nuevamente los conflictos y la violencia a las calles. ¿Sabrían los taxistas reclamar sus derechos sin necesidad de ello? Difícilmente pues son conocedores de que chantaje y presión funcionan tanto para llamar la atención como para que este Gobierno les escuche.
A la espera de nuevas normativas que regulen la actividad del sector
El último escenario, el más complejo y difícil, sería el más lógico y el que, además, permitiría que el sector se preparase realmente de cara al futuro. Lo más razonable, como decíamos al principio del artículo, sería que, por primera vez, taxistas, VTCs, y las diferentes administraciones conformaran una gran mesa sectorial sobre movilidad en la que también entraran representantes de la CNMC para, arrancando de cero, establecer unas nuevas normativas que regulen toda la actividad del sector, algo que ya es totalmente necesario a la vista de las nuevas tecnologías que han llegado al mismo y sobre todo las que están por llegar y teniendo en cuenta que la legislación actual sobre la materia data del año 87, cuando los coches y sus posibilidades quedaban muy lejos de los actuales.
Además, conviene tener en cuenta que los inversores que hay detrás de las licencias de los VTC tampoco iban a permanecer impasibles. Los dueños de las licencias VTC ya han avisado al ministro Ábalos de su intención de pleitear por sus derechos en el caso de que se limite aún más de lo que ya lo está su actividad. De aprobarse las exigencias de los taxistas demandarían a la administración y reclamarían cifras superiores a los 3.700 millones de euros en concepto de indemnizaciones por la pérdida de las inversiones realizadas legalmente para la puesta en marcha de los negocios VTC por una razón tan simple como que las variaciones de las leyes no pueden aplicarse con carácter retroactivo.
En apenas unos días veremos la solución que propone el ministerio. La más lógica sería la tercera, pero para ello hay que convencer primero a los sectores más radicales del taxi que prefieren abogar por que todo siga como está y que nada cambie.
En todo caso y a la espera de la respuesta que ha de dar el Ministro Ábalos a las exigencias del sector del Taxi, este ya prepara una nueva huelga para este mismo mes de septiembre. Según fuentes cercanas a distintas agrupaciones del sector, el próximo día 15 los taxistas podrían convocar nuevamente y por sorpresa un nuevo paro del sector, que sería aún más intenso que el vivido a finales del pasado mes de julio y primeros agosto.
Esperemos que se trate tan solo de un simple paro y que no tengamos que contemplar de nuevo los actos vandálicos y las agresiones de la anterior convocatoria. Por que en ese caso cabría recordarle al ministro y a las autoridades implicadas que bajo chantaje y amenazas de violencia no hay negociación posible.
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