Presentación y prueba Suzuki Vitara mild-hybrid: la anticontaminación por bandera

Las duras normativas anticontaminación se encuentran en pleno auge, y cada vez son más exigentes con aquellos fabricantes que no cumplen con el nivel de emisiones global establecido. Suzuki, consciente de dicho problema, ha decidido meter el turbo y ofrecer una serie de soluciones capaces de enfatizar el cuidado por el medioambiente. Y es que la casa nipona no solo ha vetado -muy a nuestro pesar- la comercialización del Jimny en Europa, sino que también ha aplicado un nuevo sistema mild-hybrid sobre uno de sus productos estrella, el Vitara.

Hace poco más de un año que un servidor acudió a la presentación nacional del Suzuki Vitara con motivo de un restyling que incorporaba importantes mejoras. No obstante, la casa japonesa ha vuelto a convocar a la prensa para brindarnos la oportunidad de conocer a un Suzuki Vitara igual de moderno y mucho más comprometido con el medioambiente pero, ¿habrá esto afectado a ese conjunto que me dejó un buen sabor de boca? Vamos a descubrirlo.

Misma estética pero con un apellido que lo cambia todo

A nivel estético, nos encontramos exactamente con el mismo coche que conocí hace un año, y es que no ha pasado tiempo suficiente ni para introducir en el mercado una nueva generación ni para someter al 4×4 a más cambios en este apartado. La única novedad estética pertinente que encontramos en el Vitara se sitúa en su zaga, la cual está ahora protagonizada por el apellido «hybrid».

En el habitáculo sucede algo similar, y es que Suzuki ha mantenido intactas todas y cada una de las innovaciones que acarreó el restyling que sufrió el Vitara; es decir, una pantalla de siete pulgadas táctil gobernado el salpicadero y una de tipo LCD de 4,2 pulgadas situada entre las dos esferas del cuadro de mandos. No obstante y una vez que iniciamos la marcha, nos percataremos de la presencia de un nuevo dial encargado de mostrar al conductor la gestión de potencia que están realizando tanto el motor de combustión como el eléctrico.

Antes de entrar en materia y conocer las verdaderas diferencias entre esta variante mild-hybrid y el Vitara de combustión a secas, debo haceros conocedores de los dos acabados que ofrece la casa nipona para su 4×4 en España. GLE y GLX son los nombres que reciben estos dos niveles de equipamiento, ofreciendo el primero elementos como llantas de 17 pulgadas, Cruise control adaptativo y asientos calefactables entre otros; en el caso del GLX, además de este ya mencionado equipamiento de serie, incluye navegador, inserciones en cuero, sensores de aparcamiento y acceso y arranque sin llave.

¿En qué consiste el sistema mild-hybrid del nuevo Suzuki Vitara?

Bien, seguro que muchos de vosotros habéis escuchado hablar sobre eso de mild-hybrid o hibridación ligera, un sistema bastante común en los coches actuales. No obstante, os voy a explicar detenidamente en qué consiste y qué funciones tiene dentro del Suzuki Vitara, un modelo que consigue la ansiada etiqueta ECO gracias a esta innovación mecánica.

La casa japonesa lo ha bautizado como SHVS (Smart Hybrid Vehicle by Suzuki) y se encuentra compuesto por un generador ISG (Integrated Starter Generator) de 48V que consta de una función de motor eléctrico, una batería de ion litio de 48 voltios y un convertidor DC/DC de 48V a 12V. Gracias a este sistema, el Suzuki Vitara no solo reduce sus emisiones de CO2 y sus consumos, sino que cuenta con un apoyo fundamental cuando el conductor demanda potencia.

Los ingenieros de la firma nipona han querido que algunas de las funciones del SHVS sean encargarse del arranque, actuar durante las paradas y frenadas regenerativas, asistir en la aceleración con una entrega de par adicional y asistir en el ralentí. Con esto se consigue tanto más potencia como unos consumos más ajustados gracias a que el sistema eléctrico veta la intervención del motor de combustión en determinados momentos.

De esta forma, el 1.4 de cuatro cilindros y sobrealimentado por turbo, capaz de rendir 129 CV y 235 Nm de par, ofrece a sus conductores tanto unos consumos más comedidos que antes como una respuesta más contundente. Más adelante, esta misma tecnología se aplicará en otros modelos de la firma tales como el Swift Sport, el S-Cross, el Ignis y el Swift convencional, estando estos dos últimos arropados por un sistema de 12V en lugar de 48V.

Unas sensaciones más estimulantes

Excluyendo a la microhibridación que ahora incorpora el Suzuki Vitara, el resto de aspectos a nivel mecánico se mantienen inalterados. Con esta premisa, nos encontramos con un vehículo muy similar dinámicamente respecto al modelo únicamente de combustión pero con ciertos matices en la respuesta de su motor capaces de marcar la diferencia.

Tal y como sucedió en la primera toma de contacto con el 4×4 japonés, los señores de Suzuki organizaron una ruta en la que nos tuvimos que enfrentar tanto a autopista como a carreteras de montaña y terrenos adversos. En autopista, el Suzuki Vitara mild-hybrid se siente cómodo y se lo transmite de buena gana a sus ocupantes. La insonorización del motor es notable al igual que el confort de marcha gracias a un tarado de la suspensión más bien blando, pero hay algo que me llama la atención: la retención del motor cuando soltamos gas.

Esto no es algo negativo ni mucho menos, simplemente que cuando dejamos libre al pedal derecho y permitimos que el propio vehículo se mueva por inercia, podemos sentir cómo el motor eléctrico aprovecha para abastecerse. Es algo a lo que rápidamente nos acostumbraremos, al igual que a la respuesta más inmediata del motor de combustión gracias al apoyo del sistema SHVS, el cual provoca que tanto las recuperaciones como las demandas de potencia sucedan con más alegría y diligencia que antes.

Y es que el motor de cuatro cilindros junto a sus 129 CV -antes 140- y 235 Nm de par -15 más que antes- tiene chispa, energía y fuerza. Desde el principio notamos el mayor ímpetu por parte de este motor, que ya se muestra generoso en los primeros compases del tacómetro, aunque no será hasta entradas las 3.000 vueltas cuando comencemos a sentir un contundente empuje que parece no tener fin.

No obstante y pese a estas mejores sensaciones por parte del motor del todoterreno japonés, este no termina de sentirse cómodo en carreteras reviradas. Ese blando tarado de la suspensión y una dirección poco comunicativa provocarán que las curvas cerradas se le atraganten al Suzuki Vitara, aunque podremos salir de ellas con efusividad gracias a la más contundente respuesta de su corazón.

En campo, el Suzuki Vitara saca pecho gracias al sistema Allgrip que equipa y que proporciona tracción a las cuatro ruedas. Bloqueamos el diferencial y al lío. La firma nos había preparado una corta -pero intensa- ruta off-road para reafirmar una vez más las buenas capacidades del Vitara cuando el asfalto deja de ser el terreno a batir. Barro, tierra y agua intentaron detener al 4×4 japonés, pero en ningún momento experimentamos pérdidas de tracción desmesuradas.

Mismas sensaciones al abarcar subidas y bajadas bastante pronunciadas, donde el único lastre con el que podemos toparnos es con una altura libre al suelo algo pobre. No obstante, el control de descenso hará que nos olvidemos rápidamente de este problema actuando de manera impecable al ahorrar al conductor tener que pisar el freno cuando tenemos que afrontar fuertes descensos.

Conclusión

Es así cómo Suzuki quiere iniciar la transición hacia una movilidad más sostenible, eficiente y comprometida con el cuidado del medioambiente. Dicho dogma lo ha emprendido el Suzuki Vitara, pero muy pronto serán sus demás hermanos de gama los que se encarguen de seguirlo al pie de la letra.

Con un precio de partida de 22.440 euros, el Suzuki Vitara mild-hybrid llega al mercado como una opción muy competitiva no solo por sus poco común capacidad off-road, sino también por ofrecerse como uno de los coches más asequibles con este tipo de tecnología.