Dartz Prombon Aladeen Edition, el SUV de la película El Dictador se puede comprar

Los coches de cine suelen ser vehículos modificados, que como todo en las películas, aparentan ser cosas que no son. Pero hay veces que se utilizan vehículos que ofrecen todas las características que ofrecen en la trama. Este el caso del Dartz Prombron Aladeen Edition, un SUV blindado que se utilizó en la película El Dictador, protagonizada por Baron Sacha Cohen.

En esta disparatada comedia, el actor daba vida al Almirante General Aladeen de Wadiya, un dictador de opereta de un país inexistente, que viajaba a bordo de este SUV antibalas para evitar las muestras de cariño de sus súbditos, normalemente expresada con disparos de rifles de asalto. Para la película, se creó este modelo, decorado en color dorado, que era totalmente operativo.

Un SUV de cine a prueba de balas

El vehículo modificado se ha fabricado a partir de un SUV Prombon, que a su vez está basado en un Hummer H2. La transformación la ha realizado la empresa Dartz, que además ofreció modificaciones específicas para convertirlo en el vehículo que utiliza el dictador.

La protección del blindaje del Dartz Prombon Aladeen Edition ofrece alcanza el nivel Stanag 2, que permite detener disparos de calibre .50 y explosiones de granadas, así que los pasajeros pueden estar tranquilos. Desde el año 2012, cuando se estrenó la película, se han fabricado 10 unidades de este vehículo.

Para la película se utilizaron tres de estas unidades y por el momento solo queda este vehículo para su venta. El motor que mueve a este búnker rodantes es un bloque V8 que ofrece 400 CV, suficiente para mover la masa del SUV blindado. Además, cuenta con tecnología adaptada para la seguridad y comodidad del conductor y los pasajeros y con una caja fuerte con apertura biométrica para poder guardar objetos de valor.

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La empresa ha publicado una nota de prensa que sigue con el juego planteado en la película y en la que comunica que el propio Almirante General Aladeen de Wadiya autoriza a la empresa a fabricar el vehículo y compartirlo con clientes de todo el mundo. El precio se establece entre 500 000 y 750 000 dólares, pero se puede estar seguro de que en su interior se pueden tramar todos los planes malvados que se quiera, incluso a prueba de James Bond.