Por qué sustituir el filtro de combustible

El combustible en un coche es el alimento del motor. La calidad de este repercute directamente en el rendimiento del motor y puede acortar o alargar su vida útil. Un filtro de combustible en buen estado garantiza que todo el combustible que entra en el motor lo hace sin ningún tipo de partícula contaminante.

Imagen del filtro de combustible tomada del sitio web repuestoscoches24.es

Los filtros de combustible de los vehículos de gasolina y los de diésel cumplen funciones similares; sin embargo, también hay ciertas diferencias en alguna de sus funciones. El filtro de gasolina se centra sobre todo en impedir que las impurezas presentes en el combustible lleguen al motor. El filtro de un motor diésel, además, tiene otra función adicional: la de eliminar la humedad que suelen producir este tipo de motores con tal de evitar la corrosión de los elementos metálicos del motor.

El filtro de combustible se suele encontrar situado a la salida del depósito de gasolina. Está compuesto por una carcasa rígida que contiene un elemento filtrante hecho de fibras sintéticas, celulosa y resinas. Este elemento permite pasar el combustible, mientras que las partículas se quedan atrapadas en él.

Debido a su función, el filtro va acumulando partículas que, al cabo del tiempo, pueden provocar que se obstruya. Es por eso que es necesario sustituir el filtro de combustible cada cierto tiempo para garantizar el buen funcionamiento de todo el sistema. Los fabricantes establecen los intervalos de sustitución del filtro en el programa de mantenimiento del vehículo, en función del tipo de motor. Normalmente estos intervalos se establecen en torno a los 60 000 kilómetros; sin embargo, para garantizar por completo un buen funcionamiento de todo el sistema es aconsejable acortar este intervalo y realizar la sustitución con mayor frecuencia.

El precio de la sustitución de un filtro de combustible no suele resultar especialmente costoso, ya que el propio filtro en sí no es caro, y su desmontaje y montaje no requiere de mucho tiempo de mano de obra, salvo en algunos vehículos en los que su acceso puede ser más complicado. Aunque es posible realizarlo uno mismo, hay que tener conocimientos de mecánica y la herramienta adecuada, por lo que lo más aconsejable es acudir al taller y aprovechar los intervalos de mantenimiento programados para incluir esta operación.

Por todas estas razones, realizar un buen mantenimiento del filtro de combustible en nuestro vehículo nos evitará unas avería mayores y más complicadas, que pueden llegar a afectar al motor y al rendimiento del vehículo, haciendo que nos ahorremos pagar un precio mayor a posteriori o que el coche muestre problemas durante la conducción.