Subaru Outback 2.0 Boxer Diesel Limited 150CV, prueba (parte III)

Ya hemos visto el ajustado motor, la pérdida de capacidades off-road con respecto al modelo anterior y el renovado habitáculo del Outback MY2010, pero se ha adaptado mejor a la autopista y a las superficies resbaladizas, donde sobresale de forma clara.

Como ya decíamos en el SsangYong Kyron, las marcas orientales no tienen tanta variedad de extras y opciones como pueden tener las europeas y excepto colores y algún que otro equipamiento opcional, el equipamiento viene determinado por la versión que se escoja.

Equipamiento

En los tests de EuroNCAP no aparece el nuevo modelo 2010 que hemos probado, sino su versión de 2003. Aquel obtenía una puntuación mediocre quedándose en las 4 estrellas para pasajeros adultos. El dato de los peatones es nefasto: tan sólo 1 estrella. Queremos pensar que en estos años la marca ha dado prioridades a la seguridad, visto el equipamiento que ofrece en este aspecto.

De serie incorpora 6 airbags (conductor, pasajero, laterales delanteros y de cabeza), ABS, control de estabilidad, control de tracción, fijaciones ISOFIX en asientos traseros, indicador de cinturones en asientos delanteros y reposacabezas activos entre otros. No va desbordantemente surtido pero es lo normal (y mínimo) que debería montar una berlina de esta gama. Los faros de xenón se ofrecen de serie en cualquier versión con esta motorización.

El asistente de arranque en cuesta es muy peculiar. Se puede activar y desactivar mediante un botón al lado del freno de estacionamiento. Cuando está activado y se mantiene pisado el freno y el coche detecta cierta inclinación, se activa el freno de estacionamiento eléctrico. Para soltarlo, basta con acelerar, pero no será suficiente con una leve presión sobre el acelerador. Para mi gusto puede llegar a ser peligroso bien porque puede calarse el coche en caso de no disponer de potencia suficiente o bien acelerar de golpe y llevarse a alguno por delante. Supongo que tendrá sus ventajas, pero no las veo.

El equipamiento de serie de la versión Premium es abundante. Dispone de control de crucero, espejos exteriores calefactados, asientos delanteros calefactados, climatizador bizona, sensor de luces y lluvia, volante de cuero, radio con cargador de 6 CD, 6 altavoces, conexión Bluetooth y toma auxiliar de audio. La tapicería de cuero se incluye en la versión Limited y el navegador con 10 altavoces en la Limited Plus.

Los precios para esta motorización van desde 34.350 euros de la versión Premium hasta casi 40.000 de la versión Limited Plus. La versión intermedia, que es la de nuestra unidad, se queda en 36.350 euros y no sé hasta qué punto merece la pena pagar 2.000 euros por tapicería de cuero, que aunque sea microperforado, respirable y de muy buena calidad, se puede invertir en otra cosa.

El color del cuadro de instrumentos es muy llamativo pero con mucha clase, sobre todo el fondo de las esferas con el acabado plata con difuminados del centro a los números. Para cambiar las diferentes métricas del ordenador hay que introducir la mano entre el volante y apretar un pulsador, al estilo coches de los 80 para resetear el parcial del cuentakilómetros.

La bienvenida cuando se introduce la llave y se coloca la posición de contacto recuerda mucho a los Alfa Romeo y otras marcas con espíritu deportivo. Las agujas de revoluciones y tacómetro giran hasta el máximo y vuelven a su posición inicial. Todo está a punto para disfrutar de nuestro Subaru.

En el indicador de la temperatura del agua aparece un led azul indicando que aún no ha cogido temperatura. Se muestra para recordar al conductor que no es bueno pegar acelerones ni conducir de forma brucas. Una conducción suave se agradecerá a la larga, al menos durante los primeros metros. Y algo que cada vez van incorporando más las marcas es el indicador de marcha (propio de los automáticos).

Valoración final

Subaru ha sabido leer muy bien la tendencia del mercado y ha fabricado un coche dirigido a un público mucho mayor, cosa que le faltaba al menos en nuestro país. Ha dejado de lado la capacidad off-road que tanto gustaba a unos pocos en el modelo anterior para mejorar su capacidad sobre asfalto y superficies de nieve y barro. La altura al suelo se ha aumentado, pero esto no permitirá disfrutar de caminos tan exigentes como antes.

El acabado interior va de acuerdo con el comportamiento dinámico y ha querido mejorarlo para su uso y disfrute en familia, con viajes a la montaña, tanto en verano como en invierno. Las plazas son muy amplias, tanto las delateras como las traseras donde caben 3 adultos cómodamente. El maletero es muy amplio.

En cuanto al motor, veo justa la potencia con respecto a su peso. Bien es cierto que es el más económico y si no somos muy exigentes, este motor es perfecto, pero el que quiera disfrutar de vez en cuando, puede resultarle escaso de potencia. En la motorización de 2.5i de 167 CV, la versión Premium es 1.500 euros más económica, aunque un consumo oficial de más de 2 litros cada 100 kilómetros. Será cuestión de echar cuentas.

Para los más atrevidos (y pudientes) existe la motorización de 3.6 litros y 260 CV, con un consumo de 10 litros y un único acabado. Su precio, 48.250 euros.

Fotos | Jorge Rubio