Estos son tres deportivos a los que el filtro de partículas les ha arruinado el sonido
Hoy os traemos tres deportivos en los que el filtro de partículas ha conseguido disminuir su sonido en pro de unas emisiones de CO2 más comedidas.
El mundo automovilístico se encuentra en plena transición, transición que implica la llegada de las mecánicas eléctricas. Hasta la fecha, hemos sido participes del claro auge de este sector y, pese a que muchos temen que será el encargado de erradicar a los motores de combustión, lo cierto es que no debería de ser así. Las marcas, conscientes de este miedo, han comenzado a apostar por otro tipo de alternativas a la electricidad pura y dura para reducir el número de emisiones de sus vehículos, y una de ellas es el filtro de partículas.
Dicho sistema se lleva aplicando en los coches de gasolina desde hace tiempo y su función es exactamente la misma: eliminar las partículas emitidas por el motor a través del sistema de escape. Para cumplir con la normativa Euro VI, los fabricantes han tenido que aplicarla en sus creaciones, lo que ha generado que ciertos modelos de corte deportivo pierdan su característica musicalidad.
Audi R8
El Audi R8 sufrió un restyling en el que no solo se mejoraba la estética, mecánica y comportamiento, sino en el que también se incluía un filtro de partículas. Debido a la presencia de este, el ilustre superdeportivo alemán ha perdido en cierta manera su característico y celestial sonido emanado de una rara avis en los tiempos que corren, un V10 atmosférico.
Otro aspecto que lastra la experiencia musical a los mandos del renovado R8 es el limitador de revoluciones que presenta ahora. Con este, se nos impedirá pasar de 3.000 rpm en parado, aunque se soluciona rápidamente al ir en marcha, momentos en el que el diez cilindros sale a relucir.
Audi RS3
Uno de los vehículos más atómicos de los últimos tiempos es, sin lugar a dudas, el Audi RS3. Este RS6 de bolsillo ha enamorado a muchos no solo con sus prestaciones, sino también con su soberbia banda sonora engendrada por un cinco cilindros de 2.5 litros sobrealimentado por turbo capaz de producir 400 CV de potencia.
Tras someterse a un restyling, el compacto vitaminado de los cuatro aros también se ha topado con el dichoso -pero necesario- filtro de partículas. Una vez equipado, el Audi RS3 ha pedido tanto los petardeos como tonalidad, pero eso no impide que siga siendo uno de los modelos de su segmento más carismáticos.
BMW M8 Competition
Uno de los últimos lanzamientos de BMW ha sido el M8 Competition, vehículo que recupera un emblemático apellido y que llega dispuesto a ser uno de los GT del momento. De la mano de un V8 biturbo de 4.4 litros, el deportivo bávaro recae con mucha fuerza pero con un sonido que si bien sigue siendo espectacular, pierde respecto al anterior M6, modelo que equipaba una variante de dicho motor.
Y es que resultaría injusto someter al V12 del anterior 850i a una comparativa con la florituras típicas de los motores actuales. No obstante y pese al filtro, BMW ha conseguido que la filarmónica de su nuevo M8 sea pegadiza e incluso adictiva.
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