¿Son los coches eléctricos la nueva burbuja que puede explotar pronto?

Durante los ultimos años estamos asistiendo a la creación de empresas dedicadas exclusivamente a los vehículos electricos. Están apareciendo en todos los países del mundo que tienen cierta tradición en la industria de la automoción, e incluso en otros en los que no existe como tal y presentan prototipos muy interesantes que están siendo noticia en la prensa especializada. Pero hay algo que no se conoce tanto como esos lanzamientos promocionales.

Y es que la mayoría de esos prototipos, en los que se ha inyectado una considerable cantidad de dinero, nunca llegan a la fase de producción. Eso no sucede solo con los superdeportivos eléctricos, que al tener unas cifras de producción muy reducidas, pueden pasar más desapercibidos. Muchos de estos vehículos eléctricos destinados a competir con los que ya están en el mercado y que gozan de buena aceptación no se comercializan nunca.

Empresas fallidas y coches que no llegan

Los salones del automóvil han sido los escenarios donde se han presentado muchos de estos vehículos. Han captado la atención de las cámaras, han conseguido cierta financiación y han creado expectación. Pero realmente, no hay mucho interés en ellos. Coches del Byton M-Byte, aquel modelo que era resultón gracias a su gran pantalla central, fueron vehículos que consiguieron la atención de la prensa especializada, pero que acabaron siendo sepultados por la amarga realidad.

El proceso de diseño, desarrollo y fabricación de un coche es extremadamente costoso y más si se trata de un coche eléctrico, cuya tecnología es casi toda reciente y experimental. Requiere muchos millones de euros y no es fácil encontrar esa financiación. De ahí que muchas empresas han comenzado el desarrollo y creado prototipos en fases iniciales, que no son totalmente funcionales.

Rivian, Nikola o Faraday son alguna de las empresas que tienen modelos muy sugerentes en fases primerizas de desarrollo y que prometen coches y camiones eléctricos muy atractivos. Pero esos vehículos todavía no han pasado a producción y quizá no lo hagan nunca, ya que, por ejemplo, Faraday está pasando momentos muy duros y se está desvaneciendo a causa de problemas financieros.

La falta de infraestructuras de carga, que aunque crecen año a año todavía son insuficientes, es algo que lastra este segemento de la automoción, mientras que el precio elevado de los modelos en desarrollo hace que no haya una cantidad adecuada de posibles compradores interesados en ellos.

Barcelona comienza a cobrar por la carga de coches electricos en sus calles

Desde el día 18 de enero los usuarios de la red de carga de coches eléctricos de Barcelona tendrán que pagar una suscripción anual que les permitrá usarla.

Incluso en China, un mercado que está teniendo un crecimiento muy interesante en este segmento, se está produciendo una situación similar. Así que es importante tener en cuenta que todo el mercado de los coches eléctricos, sobre todo los proyectos de empresas independientes que tienen como protagonistas a coches con características muy elevadas (y un precio acorde a ellas) pueden no llegar. La burbuja ha crecido mucho y puede estallar pronto.

Y entonces, serán solo las compañías solventes, las que pueden apostar en coches eléctricos realmente interesantes y con éxito comercial. ¿Será esta situación la que regulará el mercado y dejará solo los modelos más prácticos a nuestro alcance? Los próximos meses podrían traer la respuesta a esta cuestión.