Skyactiv-X: el motor de combustión no está muerto y Mazda quiere demostrarlo
La movilidad cambia rapidísimo, y los fabricantes de automóviles han de progresar. Mazda nos muestra su visión del futuro en una jornada cargada de sorpresas
Los tiempos cambian más rápido de lo que parece. Los fabricantes de automóviles lo saben, y han de progresar a la misma velocidad.
La electrificación parece la solución para casi todos, pero Mazda cree que el motor de combustión tiene aún mucho que enseñarnos.
¿Dónde estamos y cómo hemos llegado hasta aquí?
El mundo se mueve a velocidad de vértigo, una analogía que se puede aplicar sin temor al mundo del automóvil. Las necesidades y las exigencias de los clientes cambian, y con ellas el mercado, que intenta adaptarse a las peticiones de los usuarios antes incluso de que éstas se plasmen en la sociedad.
El automóvil siempre se ha asociado a la libertad, a la capacidad de movilidad. Pero nadie debe olvidar que un automóvil es una inversión cara para el usuario, y que además resulta contaminante desde el inicio de su construcción hasta que se destruye en un desguace. Es evidente que las cifras de contaminación se han disparado a nivel mundial de forma escandalosa en las últimas décadas, pero los fabricantes siguen trabajando sin cesar para reducir aún más el impacto medioambiental del automóvil.
Los grandes núcleos urbanos sufren, cada vez con más frecuencia, el efecto de una contaminación atmosférica de la que todos, en mayor o menor medida, somos responsables. La concentración de elementos perjudiciales hace que las autoridades tengan que tomar medidas cada vez más drásticas, que, de nuevo, nos afectan a todos.
¿Es sólo culpa de los coches?
Que el transporte rodado son uno de los elementos que influyen de forma directa en la contaminación es algo que nadie se atreve, a estas alturas, a tan siquiera poner en duda. Sin embargo, hemos visto como en los últimos tiempos se ha llevado a cabo una persecución abusiva contra el automóvil, contra los combustibles fósiles.
Parece que la única «vía de escape» para los fabricantes pasa por la electrificación de su gama, algo que no tiene porqué ser obligatoriamente así. Mazda es una de las marcas que defiende en mayor medida la utilización razonable de los motores de combustión tradicional, mejorando su eficiencia y su rendimiento.
¿Es la electricidad la solución? ¿Debemos erradicar la utilización de los combustibles fósiles?
Mazda, a través de un estudio realizado por el instituto madrileño INSIA (Centro superior de Investigación del Automóvil de la Comunidad de Madrid), ha analizado el funcionamiento de diversos motores tanto diésel como gasolina, así como alternativas híbridas a la venta en la actualidad. Todo ello en un marco lo más riguroso posible en el que también se han estudiado las condiciones ambientales de ciudades como Madrid.
Tras escoger tres modelos de gasolina (Mazda CX-5 Skyactiv-G 160 CV, Renault Kadjar TCe 130 CV y Seat Ateca TSI 150 CV), cuatro modelos diésel (Mazda CX-5 Skyactiv-D 150 CV, Hyundai Tucson CRDi 136 CV, Honda CR-V i-CTDi 120 CV y Audi Q3 TDI 150 CV) y un modelo híbrido (Toyota RAV4 Hybrid), procedió a analizar sus emisiones de CO2 en recorridos de utilización reales.
El resultado es cuanto menos sorprendente, con desviaciones superiores al 40% en algunos modelos, demostrando que los vehículos diésel siguen siendo los que menores emisiones de CO2 tienen en su ciclo completo de uso, por encima incluso de modelos híbridos. Algo parecido sucede con los vehículos eléctricos, con cifras de emisiones de CO2 derivadas de la producción de energía eléctrica superiores a modelos con motores de combustión.
Así lo ve Mazda: Rightsizing y Skyactiv-X
La visión de Mazda para el futuro es clara: en 2020, más del 80% de los vehículos serán de combustión interna, y seguirán siendo más limpios que los vehículos eléctricos si la generación de energía no se lleva a cabo utilizando recursos renovables. Por eso, Mazda está preparando su lanzamiento estrella: Skyactiv-X, una tecnología de combustión interna que promete mejorar las cifras de potencia y consumo del orden del 30%.
La tecnología Skyactiv-X convertirá a los Mazda que los equipen, a partir de 2019, en los primeros vehículos fabricados en serie en utilizar motores de gasolina con encendido por compresión a través de una gestión extraordinariamente eficiente del encendido, utilizando bujías en momento de baja demanda de potencia y, progresivamente, modificando su funcionamiento en condiciones de alta demanda.
No obstante, Mazda no es ajena a la importancia de la electricidad en el futuro del automóvil. Por eso, está preparando la llegada de la hibridación a su gama, algo que se llevará a cabo a partir del año 2019, momento en el que llegará también una nueva generación de motores diésel Skyactiv-D, con mejores cifras de consumo y una extrema limpieza en su funcionamiento. Para Mazda el motor de combustión tiene mucho, mucho que decir.
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