El sistema de conducción autónoma de Bosch se presenta en el CES
En el CES se están viendo muchas novedades tecnológicas relacionadas con el mundo de la automoción, incluyendo los nuevos sistemas de conducción autónoma, que en su mayoría tienen elementos de la marca Bosch, que ha mostrado todo lo que puede ofrecer en este mercado que pronto va a ser una realidad
El CES de Las Vegas ha tenido un protagonista de excepción en esta edición. En el stand de Bosch se pudo ver al mismísimo K.I.T.T., el coche fantástico. El veterano Pontiac Firebird Trans-Am ha sido el aliciente con que la marca ha querido promocionar sus sistemas de conducción autónoma. Ha sido en el Vehicle Intelligence Marketplace, el rincón del evento que tiene este tipo de tecnología.
Bosch es una de las marcas de tecnología que está trabajando en este tipo de sistemas, que permiten que se vaya adelantando mucho en una cosa que hasta hace nada parecía algo de ciencia ficción. De hecho, los dispositivos y sistemas que equipan los coches de las principales marcas que pueden conducir por sí solos en determinadas situaciones provienen de los laboratorios de Bosch.
La empresa realiza sus pruebas en dos laboratorios, situados en Palo Alto (California) y Abstatt (Alemania), donde desarrollan y testean los sistemas antes de ser integrados en las distintas marcas que confían en sus desarrollos para conseguir el coche autónomo.
Algunos de los desarrollos que han surgido de los centros de investigación de Bosch los vemos en muchos modelos. Por ejemplo, la frenada predictiva o la asistencia a la conducción en los atascos. La primera de estas tecnologías permite que el coche frene de manera automática si hay riesgo de colisión por alcance, mientras que la segunda permite dejar el control de velocidad del coche cuando se conduce en caravana. El sistema acelera y frena cuando es necesario y evita que el coche se salga del carril.
La clave para que estos dispositivos funcionen correctamente son los sensores, que son los encargados de registrar las condiciones de la carretera y transmitirlas al ordenador, que procesa esa información y da las órdenes oportunas a los sistemas de asistencia a la conducción para que ejecuten su función correctamente.
Además de los sensores, los coches con conducción autónoma, aunque sea de manera parcial, necesitan otros elementos que eviten riesgos. Bosch presenta en el CES el iBosster, un servofreno que funciona como apoyo al sistema de frenado. Si el sistema de frenada de emergencia detecta un problema, entra en acción y ayuda a que el vehículo se detenga de manera más rápida y efectiva.
Este iBooster es también ideal para coches híbridos, ya que permite recuperar casi la totalidad de la fuerza de frenado y convertirla en electricidad, aumentando su autonomía. Estos sistemas se están mostrando en el CES y aunque ya los estamos viendo instalados en alguno de los coches que están en el mercado, auguran un futuro bastante prometedor para llegar a ser algo parecido al K.I.T.T. que preside el stand de Bosch.
Fuente | Bosch
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