Desvelada la segunda generación del BMW X4, que será presentada en el Salón de Ginebra
Solo llevaba 3 años en el mercado, pero un modelo como el BMW X4 necesitaba una revisión y veremos en el Saón de Ginebra la segunda generación de este SUV coupé
El BMW X4 veía la luz en su primera generación en el año 2014, un SUV de tamaño medio con las características líneas coupé a las que BMW ya nos tiene acostumbrados, de la que desde entonces han logrado vender en torno a las 200.000 unidades. Es obvio que con estas cifras de ventas, el X4 es un modelo de éxito para la marca alemana, por lo que con el objetivo de seguir manteniéndolo en todo lo alto, BMW anuncia el lanzamiento de la segunda generación del X4.
Las características, o más objetivos, de esta segunda generación del BMW X4 es ofrecer una mayor personalidad, un mayor dinamismo y una mayor innovación. Para descubrir si lo han logrado no hay nada mejor que un primer vistazo exterior, y nos encontraremos con un nuevo BMW X4 que ofrece una imagen más imponente, más musculada y deportiva; buena muestra de ello son las vitaminas que le han dado para crecer en dimensiones, ahora con 81 mm más de longitud, 54 mm más entre ejes y 37 mm más ancho.
Estéticamente toma como referencia la línea de diseño expresada en el resto de la gama X presentada recientemente, como son el X2 o el X3, caracterizada por los enormes riñones de diseño tridimensional y los nuevos LED dobles a los lados con contorno dinámico. El parachoques delantero también se ve modificado, con una líneas más estilizadas, pero conservando las sobredimensionadas entradas de aire, encontrándose ahora en las laterales la luces antiniebla con nuevo diseño horizontal. Las superficie lateral modifica también su forma con una nueva línea horizontal, línea que termina en el grupo óptico de la zaga totalmente rediseñado, estando ahora alojado en disposición horizontal y, donde también sin olvidarnos, encontramos un nuevo parachoques totalmente diferente.
Una vez que abrimos sus puertas y nos adentramos en su interior, veremos que también ha sido sometido a una profunda revisión, aunque no extrañaremos en ningún momento la esencia de diseño que BMW imprime en sus modelos. El salpicadero ha sido diseñado para que se centre en el principal protagonista, el conductor, quien encontrará el panel de instrumentos en una posición más baja e irá sentado, además, sobre unos los nuevos asientos deportivos ergonómicos.
BMW ha procurado una selección de materiales de alta calidad, y no es para menos, ya que nos encontramos ante un SUV que pretende competir en la categoría premium. De esta manera nos encontraremos elementos, muchos de ellos opcionales, como las inserciones cromadas, el panel de instrumentos en acabado Sensatec o la nueva tapicería en cuero Vernasca. De todas maneras, como suele suceder en este tipo de marcas, la lista de elementos opcionales que podemos instalar es extensa y estará marcada por nuestro presupuesto, pero nos encontraremos elementos como el climatizador automático de tres zonas, asientos con ventilación activa, llave BMW Display Key o el enorme techo panorámico entre muchos otros. Los ocupantes además disfrutarán de un mayor espacio, teniendo tres asientos de tamaño completo en la parte trasera, además de 525 litros de capacidad en el maletero ampliables a 1.430 litros si abatimos los asientos en la disposición 40:20:40.
Como también es de esperar, el apartado tecnológico se ha visto mejorado, ya sea con la inclusión de nuevas funciones o ampliación y mejora de las ya existentes en el BMW X4. Ahora el iDrive Display incluye una pantalla independiente, que puede ser opcionalmente táctil y de 10,25 pulgadas; el Control por Voz se ha mejorado permitiendo instrucciones libres, el Head-Up Display también se ve mejorado. Las funciones de seguridad, como el paquete Driving Assistant Plus, incluye ahora nuevas funciones y se han mejorado las que ya incorporaba, como el Parking Assistant Plus, que ahora incluye vista cenital, la vista panorámica y funciones de visualización en 3D. Esto también sucede con los servicios BMW ConnectedDrive, así como las funciones BMWConnected+, que ahora permiten una mayor personalización.
En el apartado mecánico han decidido no andarse por las ramas como la llegada de motores por fases, y es que desde su lanzamiento, o prácticamente seguido a él, el BMW X4 contará con la posibilidad de elegir entre tres motores gasolina y tres motores diésel. Los buque insignia del X4 serán las dos versiones M Performance, por un lado tenemos el M40i con 360 CV de potencia, mientras que por otro nos encontraremos la opción diésel del M40d con 326 CV. Si seguimos con los diésel de manera descendente, el siguiente en aparecer es el xDrive30d de 265 CV, seguido del xDrive25d de 231 CV y terminando con el xDrive20d de 190 CV. En lado gasolina, los dos motores restantes son el xDrive30i de 252 CV y el xDrive20i de 184 CV de potencia.
Cabe decir, que todas las variantes irán ligadas a la transmisión Steptronic de ocho velocidades con levas en el volante, el sistema integral de tracción integral xDrive, la suspensión deportiva M Sport, la función Performance Control y la dirección deportiva con asistencia variable. De manera opcional, podremos instalar los frenos deportivos M Sport y la suspensión adaptativa, mientras que los modelos M Performance ya incluyen de serie los frenos deportivos, el diferencial M Sport y llantas de aleación de 20 pulgadas.
Por el momento, estos son los principales datos que tenemos del nuevo BMW X4, pero sabremos más sobre él el próximo mes, ya que se presentará en el Salón del Automóvil de Ginebra.
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