La segunda generación de baterías de iones de sodio de CATL opera incluso a 40 grados bajo cero

Javier Cantagalli     19 noviembre 2024     4 min.
La segunda generación de baterías de iones de sodio de CATL opera incluso a 40 grados bajo cero

Las celdas de iones de sodio destacan por su rendimiento en temperaturas extremas y su mayor seguridad térmica, y con su segunda generación CATL ha ido un paso más allá.

Los proveedores chinos de celdas para baterías siguen dominando el mercado, introduciendo de forma paulatina durante estos últimos años nuevas tecnologías de baterías que mejoran el rendimiento y reducen los costes, impulsando de este modo el auge de la movilidad eléctrica. Las celdas LFP -Litio Ferrofosfato- han ido ganando terreno en el mercado, frente a las hasta hace poco más populares con química NMC -Niquel Manganeso Cobalto- y NCA -Niquel Cobalto Aluminio-, pero el avance en la tecnología de baterías no se va a detener aquí.

CATL, el mayor fabricante de celdas para baterías del mundo, asegura ahora haber alcanzando resultados extraordinarios con su nueva generación de celdas de iones de sodio, capaces de operar sin ningún tipo de problema en condiciones meteorológicas extremas.

Man Charging Electric Car

Las baterías de iones de sodio funcionan de manera similar a las de iones de litio, con iones que viajan entre los electrodos positivo y negativo durante los ciclos de carga y descarga. Sin embargo, las primeras ofrecen ventajas importantes, como el menor riesgo de sobrecalentamiento, su capacidad para operar en un rango más amplio de temperaturas y su coste significativamente inferior debido a la abundancia del hidróxido de sodio, en comparación con el hidróxido de litio.

Algunos vehículos de fabricantes chinos disponibles actualmente en el mercado local, ya equipan packs de baterías de iones de sodio. Modelos como el Yiwei EV, fabricado por JAC, o el JMEV EV3 las están utilizando. No obstante, en todos estos casos son celdas de iones de sodio de primera generación.

La nueva generación de celdas de iones de sodio de CATL ya está aquí

Coincidiendo con el World Young Scientists Summit, CATL ha desvelado algunas de las mejoras que integrará la segunda generación de celdas de iones de sodio de la compañía, destacando especialmente su capacidad para operar sin problema alguno incluso a 40 grados bajo cero. Una característica que resolvería de un plumazo uno de los mayores hándicaps de las baterías convencionales en regiones con climas altamente desfavorables en invierno.

El rendimiento de las baterías de litio se ve comprometido tanto en climas extremadamente fríos como cálidos. A bajas temperaturas, los iones de litio fluyen con mayor dificultad, ralentizándose de este modo los procesos químicos y reduciéndose en consecuencia la autonomía del vehículo. Un obstáculo que no existe con las celdas de iones de sodio. CATL promete que esta segunda generación de celdas de iones de sonido comenzarán a llegar al mercado este próximo año, siendo su producción masiva para el año 2027.

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En cualquier caso, y como suele suceder con todo en la vida, el empleo de celdas de iones de sodio no trae consigo únicamente ventajas, ya que existen también algunas limitaciones. En primer lugar, hay que tener en cuenta que su densidad energética es inferior a la que ofrecen las celdas de iones de litio. Así, mientras la celdas NMC convenciones ofrecen una densidad energética que roza los 300 Wh por kg, el objetivo que CATL pretende alcanzar con su segunda generación de celdas de iones de sodio es llegar los 200 Wh por kg.

¿Dónde veremos las celdas de iones de sodio?

Este tipo de celdas será por tanto valido para vehículos eléctricos de gama baja, con un rendimiento por debajo de la media, modelos fundamentalmente urbanos en los que prima fundamentalmente el precio de venta frente al hecho de contar con especificaciones técnicas superiores. Según las estimaciones realizadas por CATL, durante los próximos años este tipo de celdas podría llegar a reemplazar entorno a un 20 o un 30 por ciento de las aplicaciones que se realizan actualmente de celdas LFP.

Otros estudios señalan, por otro lado, que durante los próximos años no habrá una tecnología de baterías que se imponga sobre el resto, sino que todas ellas convivirán juntas en el mercado, y la aplicación de unas u otras dependerá del tipo de vehículo y las necesidades de los usuarios en cada caso.

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