El SEAT León estrena un motor 1.5 TGI para dar aún más cabida al GNC como combustible

Las alternativas a los combustibles tradicionales se encuentran en pleno auge, buscando ofrecer una opción más viable a la de los vehículos eléctricos, como el GNC. Este gas está comenzando a coger fuerza en el mundo automovilístico, donde es empleado como un segundo combustible por compañías como SEAT. Hace una semana os hablamos de nuestra experiencia a los mandos del Ibiza TGI, una variante híbrida del compacto español capaz de recurrir tanto al Gas Natural Comprimido como a la gasolina , una tesitura en la que también se encuentra el SEAT León gracias al nuevo motor 1.5 TGI de 130 CV.

El segmento C de la firma española siempre ha estado representado por el León, un modelo que ha destacado en todas y cada una de sus generaciones por una excelente relación calidad-precio. Pese a que su última interpretación está a punto de despedirse para dar cabida a una nueva concebida a partir de los rasgos del nuevo Tarraco, SEAT nos ha querido permitir disfrutar de esta nueva motorización junto a su compacto por excelencia.

Estas siglas se encargan de esconder a un propulsor capaz de admitir tanto GNC como gasolina, un maridaje que nos permitirá gozar de una mayor autonomía, un importante ahorro económico y una considerable reducción de emisiones. Para ello, la firma española se ha basado en el propulsor 1.5 TSI de gasolina y, gracias a una serie de modificaciones en los pistones y en las válvulas, ha sido posible que este también admita Gas Natural Comprimido.

Este segundo sustento de vida se almacena en unos tanques con una capacidad de 17,7 kg situados debajo del maletero. Gracias a estos, la firma española asegura que su Nuevo León TGI es capaz de recorrer hasta 500 kilómetros recurriendo al GNC y, una vez agotada dicha autonomía, entrará en funcionamiento la gasolina de manera autónoma e independiente.

¿Qué es el GNC? ¿Cómo funciona? Todo lo que debes saber sobre el combustible de moda

El Gas Natural es el combustible vehicular menos conocido y al que un mayor número de conductores guarda respeto pese a ser la solución más segura y eficiente.

Pese a la presencia del GNC, los ingenieros de SEAT han conseguido mantener intactas unas prestaciones más que correctas. Como hemos mencionado, la variante TGI del León incorpora en sus entrañas un propulsor 1.5 gasolina turbo alimentado de cuatro cilindros capaz de generar 130 CV de potencia y 200 Nm de par, unas cifras que nos permitirán cubrir nuestras necesidades diarias sin reproche alguno.

De esta forma, la firma pretende seguir expandiendo este nuevo tipo de motores híbridos que tanto éxito están cosechando y que permiten fomentar un uso de los propulsores de combustión más comprometido con el medioambiente. Con esta premisa seguirán siendo más los modelos de SEAT los que incorporen las siglas TGI en su zaga, y los cuales también compartirán espacio con futuros modelos 100% eléctricos.