Seat León SC: la esperanza de Seat en el Salón de Ginebra

Hemos seguido al primer tres puertas del Seat León desde sus inicios. Lo hemos captado en un lugar insólito, en la Expo de Zaragoza, hace casi tres meses y hemos estado con el oído atento cuando los directivos de Seat hablaron de él durante la presentación de Ibiza Cupra. Finalmente, el León SC ha sido presentado en el Salón de Ginebra, lo que a partir de ahora llamaré la «gran esperanza» de Seat.

Los datos sobre el León los encontrarás en una entrada de Chema de hace unos días atrás y verás más aún en unas horas, con más fotos de los Seat presentes en Palexpo. Por lo demás, tiene un talante y un diseño que se parece mucho al Opel Astra GTC, un coche que a mí me gusta y mucho. A su vez el SC tiene un promisorio futuro por delante contra los Mégane, con un rango de precios más accesible que los León Cupra. Pero la clave es que este León ofrezca un dos puertas que sea la llave para evitar que el futuro de Seat no sea tan negro como parece.

Con sus modelos más emblemáticos (o que al menos lo fueron en algún momento) fabricados fuera de Martorell y fuera de España, con tantos modelos alemanes que ya se fabrican aqui, en medio de la desaparición del Exeo (y posiblemente también del Altea), el León SC es un soplo de aire fresco, uno de los primeros modelos que saldrá de la fábrica de Martorell bajo la nueva plataforma MQB, con la cual estará jugando «en la misma liga» que el Audi A3 o el nuevo Volkswagen Golf. Para más señas, ha resultado ser el modelo sobre el cual el propio James Muir ha comentado lo siguiente: la gran apuesta de futuro de la compañía es el nuevo León, que debe constituir el eje sobre el que daremos la vuelta a la compañía.

Creo que el futuro de toda la gama León y lo que pueda sumar el Ibiza junto al Toledo, será determinante en los planes de cierre que han circulado por Volkswagen desde hace años. En ese mismo año, Ferdinand Piech escribió en su auto biografía que Seat tenía por delante tres caminos: cerrar definitivamente, distribuir a todos sus empleados entre las otras marcas del grupo o cerrar la mitad de sus fábricas. Y eso que en aquel momento Skoda aún no contaba con buenos productos para hacerle sombra a Seat dentro del Grupo VAG.