El coche, aunque se utiliza menos que en otros momentos, es una herramienta indispensable para moverse. Te ofrecemos unos consejos para usarlo con seguridad
¿Se puede conducir con mascarilla protectora?
El uso de mascarilla es aconsejable y hasta obligatorio en algunos casos, pero en el caso de conducir un coche solo no es indispensable, aunque se puede usar
Las mascarillas protectoras se han convertido en un elemento más de nuestro día a día y las usamos cada vez que salimos de casa. Es una herramienta fundamental para evitar los contagios, tanto para nosotros mismos como para el resto de personas a nuestro alrededor. Es aconsejable utilizarla en todos los desplazamientos, y mucho más en el transporte público, donde es más fácil entrar en contacto con una persona con el Covid-19. Pero ¿podemos conducir el coche utilizando una mascarilla?
La mascarilla por sí misma no es un peligro para la conducción ni causa problemas de manera general a la hora de conducir, así que no hay porque temer utilizarla. De hecho, si se circula solo, que es lo más habitual en estos momento ya que no se permite circular con pasajeros, no es necesario su uso. El coche protege del exterior y si no hay contacto con otras personas, no hay riesgo de contagio de ningún tipo.
Usar la masacarilla en el coche
El uso de la mascarilla se aconseja si el coche lo utiliza otra persona además de uno mismo. Así se evita que se produzcan contagios si se utiliza después de que lo haya hecho otra persona o si lo va a utilizar después. Básicamente es una precaución por si se está infectado, para no dejar virus ni bacterias en el volante o el salpicadero.
También se ha de utilizar si se viaja acompañado de otra persona que tenga síntomas, durante un traslado al médico, por ejemplo. En este caso hay que recordar que el pasajero ha de ir sentado en la parte posterior y utilizando mascarilla en todo momento. Así que el uso de la mascarilla no es un problema para conducir.
Multas por usar mascarilla
Sin embargo, hay supuestos en los que el uso de las mascarillas puede llevar a sufrir una multa. Tenemos que recordar que no podemos conducir con elementos que dificulten la visibilidad o creen incomodidad frente al volante. Así que el uso de mascarilla si se utilizan gafas puede resultar negativo, ya que la simple respiración puede hacer que se empañen los cristales, lo que hace que se dificulte la visión.
Además, el uso de la mascarilla puede hacer que se conduzca de manera incómoda y que se produzca una situación de estrés al volante. Si la mascarilla no está bien colocada puede molestar y hacer que se pierda la concentración. Esto también puede suceder si la mascarilla es de un tamaño incorrecto ya que puede caerse o apretar demasiado. Esto provocará que se conduzca incómodo y que no se preste la debida atención a la carretera.
Por estos motivos, si un agente de policía detecta cualquiera de estas situaciones puede llegar a imponer una multa, que sería leve y que tendría una pareja una sanción de 80 euros sin sustracción de puntos. Por ese motivo, solo hay que utilizar la mascarilla en momentos justificados y de manera correcta, no solo para evitar la multa, sino también para conducir con seguridad.
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