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Salón del Automóvil de Vigo: Opel GT
Alaa, ¡¿que coche es ese?!. Un Opel. Será una de las reacciones que irá levantando el Opel GT a su paso por las calles, algo similar a lo que hizo el Speedster en su día. Sin embargo el Opel GT es un vehículo diferente, más potente y refinado que el rudo Speedster y mucho más […]
Alaa, ¡¿que coche es ese?!. Un Opel.
Será una de las reacciones que irá levantando el Opel GT a su paso por las calles, algo similar a lo que hizo el Speedster en su día. Sin embargo el Opel GT es un vehículo diferente, más potente y refinado que el rudo Speedster y mucho más asequible.
Aunque para nosotros sea un modelo reciente, no lo es para General Motors, puesto que no es más que un derivado del Pontiac Solstice americano del que se diferencia en diseño en partes como el frontal. Frontal que por cierto recuerda claramente a otro modelo del grupo, el Corvette, pero sin perder los rasgos de la firma germana.
Ser un Opel es un lastre que arrastra en el nombre, pero quienes sepan valorar lo que ofrece por el precio al que lo ofrece no dudarán en hacerse con uno. Son 264 caballos a 31.400 euros, eso es un dato arrollador frente a sus rivales; por si no fuese poco, la relación peso/potencia le da unas prestaciones fulminantes: 230 km/h de punta y el 0-100 km/h en 5.7 segundos.
Un chasis ligero, un motor 2.0T ECOTEC de 262 caballos a base de turbo… no será un pura raza con nombre ganado a pulso pero por ese precio no hay quien le haga sombra, por poner un ejemplo, uno de sus máximos rivales es el Honda S2000 2.0 VTEC, que con 241 caballos asciende a 41.600 euros.
Y aunque no lo hemos podido probar, todo el mundo apunta a que su anchura y escasa altura respecto al suelo le dan una estabilidad y un paso por curva intachable; además, es tracción trasera así que la diversión está asegurada.
El puesto de conducción refleja bien todo lo anterior, al ser un roadster sientes que el coxis toma apoyo en el suelo nada más acomodarte en el asiento. Me ha gustado también la consola central inclinada, su diseño con plásticos negros brillantes lo asemejan a muchos Opel actuales y la posición del cambio es bastante buena. Aún así, su tamaño me pareció un poco pequeño y yo optaría por posicionarla algo más profunda y darle una mayor longitud (pero esto es una prueba de salón… ¡no de carretera!). El volante totalmente correcto, familiar como siempre.
El único extra que llevaba esta unidad era la tapicería en cuero, el resto de equipamiento que se ve forma parte del básico del modelo: ABS, ESP, elevalunas eléctricos, espejos eléctricos, llantas de aleación de 18 pulgadas, radio con mp3, alarma antirobo y aire acondicionado.
Con todo ello, la protagonista se vendía por 33.050 euros. Ni se te ocurra pagarlos si quieres un buen espacio de carga (menguado con la capota de lona plegada) o llevar más de dos personas; el Opel GT no vale para eso.
Ahora bien, si buscas un comportamiento excepcional, potencia y diversión… enhorabuena, este es el tuyo. No podrás llegar a un bar y lucir las llaves sobre la barra, pero tienes garantizado que nadie con un coche de precio similar te hará sombra… en el circuito, claro.
Fotos | Eduardo Mariz
Agradecimientos al concesionario Autoviasa.
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