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Salón del Automóvil de Vigo: Citroën C5 y C5 Tourer
Los nuevos C5 y C5 Tourer fueron de las novedades que más curiosidad acapararon en el Salón, ya no sólo por la repercusión que la firma Citroën tiene en la ciudad, sino porque su salto cualitativo y de diseño lo alejan de cualquier expectativa. No se equivocaron los publicistas de Citroën en venderlo en los […]
Los nuevos C5 y C5 Tourer fueron de las novedades que más curiosidad acapararon en el Salón, ya no sólo por la repercusión que la firma Citroën tiene en la ciudad, sino porque su salto cualitativo y de diseño lo alejan de cualquier expectativa.
No se equivocaron los publicistas de Citroën en venderlo en los anuncios como una berlina de carácter alemán, de hecho, de cambiarle las insignias y exponerlo en el stand de BMW que se encontraba a unos metros pocos hubiesen notado la diferencia.
Lo primero que advierte uno al ver el nuevo C5 es que es una berlina superior al segmento donde esta, sus dimensiones lo acercan peligrosamente al C6 y su calidad y diseño harán que muchos clientes que se planteaban la adquisición del buque insignia se acaben decantando por este. Yo al menos me lo pensaría…
Su predecesor y encargado de inaugurar la «saga C5» era un coche que seducía por precio pero con un diseño anticuado, unos acabados cuestionables y una estabilidad escasa motivada por su peculiar sistema de suspensiones. Nada de eso tiene lugar en el nuevo modelo, para empezar su diseño es prodigioso aunque falta le haga para hacer frente a competidores como el Mondeo o Mazda 6. Su chasis no sólo aumenta en longitud como ya mencionamos sino en anchura de igual modo, los pasos de ruedas se ven claramente amplificados y el grosor de toda la carrocería hacen patente lo que es capaz de dar de sí en cualquier crash-test: mucha seguridad.
Tanto es así que las puertas traseras no permiten una gran apertura ni tienen unas dimensiones generosas por cuestiones de diseño, por lo que el acceso a las plazas posteriores puede verse algo dificultado a costa de ello.
Respecto al interior, analizaremos el del sedán por ser el de mayor gama, ya que como habréis podido comprobar en las fotos, se encontraban expuestos dos C5 con distintas carrocerías.
Hablamos pues de la versión Exclusive, ya que es la única equipable también con la motorización que incorporaba, el 2.2 HDi 173 caballos con cambio manual 6 velocidades. Dentro de este, el equipamiento de seguridad es muy notable ya que incorpora 7 airbags que unidos a otros sistemas como los pedales retráctiles, ESP y el ABS ya remarcan lo antes comentado acerca de la seguridad.
En un tono beige combinado con plásticos en gris oscuro en la parte superior del salpicadero, el C5 nos recibe con unos asientos de cuero (opcionales) cuya comodidad y forma no tienen nada que ver con cualquier pasado de la marca, donde los asientos eran simplemente grandes y mullidos pero sin un diseño que fuese capad de mitigar la fatiga o una correcta sujeción.
El puesto de conducción se asemeja a los últimos modelos de la firma pero va más allá; su volante con la parte central fija aloja a una cantidad superior de botones -característica con la que pocos están de acuerdo- y tras el mismo se encuentran unos indicadores que portan pantallas LCD para mostrar información al conductor del ordenador de a bordo. Sobre la consola central, se haya la pantalla del sistema de navegación (también opcional) y sorprende porque a ambos lados de esta no existe ninguna salida de aire del sistema de refrigeración, estas se sitúan a ambos lados del puesto de conducción.
En concordancia, las plazas traseras también poseen una comodidad excepcional y un gran espacio que se ve mejorado por la práctica supresión del túnel central.
En total, esta versión del sedán se situaba en 37.340 euros, y aunque hay que tener en cuenta que es de la versión más cara con una de las motorizaciones más potentes, entraría ya en un terreno donde codearse con las genuinas berlinas alemanas.
Algo más barato se quedaba la versión Tourer presente, que con un HDi de 138 caballos FAP con cambio manual 6 velocidades costaba 29.598 euros. En todo caso, la diferencia entre la versión sedán y la tourer es de 2.500 euros aproximadamente.
Y querido amigo, si realmente este coche te gusta o sientes curiosidad por él, creo que deberías pasarte por algún concesionario y verlo más a fondo porque merece la pena. Chapeau para Citroën.
Fotos | Eduardo Mariz
Agradecimientos al concesionario Automoto.
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