¿Sabías que no se debe empujar el coche cuesta abajo para arrancarlo?
¿Sabías que no se debe empujar el coche cuesta abajo para arrancarlo? ¡Ojo! Si tienes un coche moderno ni se te ocurra hacer esto.
¿Sabías que no se debe empujar el coche cuesta abajo para arrancarlo? Seguro que más de uno y de dos ha escuchado, ha visto o incluso a participado en algún que otro empujón pero con el paso de los años se ha comprobado que no es recomendable hacerlo en los coches más modernos. Vamos a desmontar el mito de empujar el coche cuesta abajo para arrancarlo. ¿Existen alternativas?
Para arrancar un coche empujándolo debes comprobar que se trata de un coche antiguo, si se trata de uno nuevo es posible que sea demasiado sofisticado y el esfuerzo sea en vano porque el sistema no permitirá su arranque. Este arranque a empujones es una solución de emergencia que tiene bastante riesgo; tanto para las personas que empujan como para la mecánica del coche.
¿Cómo se arrancaba un coche empujando?
A finales del siglo XX llegó la electrónica a los automóviles, pero hasta ese momento lo coches eran mucho más sencillos. El encendido dependía de unos elementos similares pero sin centralitas y sistemas tan complejos como los que equipan hoy en día. En primer lugar, se giraba la llave para iniciar el sistema de encendido, la batería le suministraba energía al motor, el motor de arranque daba el primer impulso para que girara el motor, el delco elegía el orden que debía activar cada cilindro, las bujías generaban la chispa y así paso a paso. La teoría es que si te habías quedado sin batería podías forzar el primer impulso a modo de motor de arranque.
En primer lugar, se debía liberar la dirección, pisar el pedal del embrague, meter la segunda sin levantar el pie izquierdo, quitar el freno de mano, empujar en caso necesario, girar la llave de contacto, levantar el pie del embrague y ¡tachán! circular.
¿Por qué no se debe arrancar un coche empujándolo cuesta abajo?
Por supuesto que existen riesgos, incluso en la situación más favorable y el coche más sencillo. Entre otros peligros destacan las abolladuras, los raspones, el complejo acceso al interior si lo haces solo, choques, lesiones, llegar a lugares indebidos e incluso algún que otro atropello. Además de todo esto, en los coches modernos se añaden factores como que la dirección no se puede liberar así como así, los frenos también se han electrificado por lo que necesitan corriente para funcionar correctamente, el freno de mano tampoco funcionará correctamente, las cajas de cambio automáticas tampoco permitirán que se consiga arrancar el coche con la segunda marcha engranada, las centralitas son mucho más complejas y, no podemos dejar de mencionar, que los coches modernos son mucho más pesados que los antiguos debido a todos los sistemas de seguridad y confort.
No obstante, te recomendamos que si tienes un coche nuevo recurras a tu aseguradora y te dejes de probar trucos. ¿Crees que te compensa correr estos riesgos?
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