¿Sabías que los neumáticos no tienen fecha de caducidad? Desmintiendo un mito

En el mundo del automóvil, la preocupación por la caducidad de los neumáticos ha sido un tema de debate constante e incluso alguna incógnita para muchos conductores. Sin embargo, marcas líderes como Bridgestone, Continental, Goodyear, Michelin y Pirelli están aquí para desmitificar esta creencia arraigada aclarando que no existe ningún reglamento que respalde la idea de una fecha de caducidad para los neumáticos, pero su vida útil no es muy extensa y requiere cierta atención.

Debido a que son un factor muy influyente de la seguridad en carretera, se vuelve de vital importancia que los consumidores estén informados sobre cómo mantener sus neumáticos en óptimas condiciones, así como sobre el almacenamiento adecuado de los juegos de repuesto. Cuidar de los neumáticos es cuidar de la seguridad en la carretera.

La seguridad en las carreteras depende en gran medida del estado de los neumáticos de un vehículo. Por ello, es crucial seguir algunas recomendaciones, especialmente en lo que respecta a turismos, 4×4 y furgonetas. Después de cinco años de uso máximo, se aconseja realizar inspecciones anuales por especialistas para evaluar su estado.

Verificaciones periódicas

Estas inspecciones no deben sustituir las verificaciones periódicas de mantenimiento, que incluyen;

1. Vigilar la presión de inflado.
2. Examinar el desgaste.
3. Examinar posibles deformaciones.

Por precaución, si los neumáticos no han sido reemplazados en un plazo de diez años desde su fabricación, se recomienda cambiarlos por unos nuevos, independientemente de si han alcanzado el límite mínimo legal de desgaste.

También se vuelve de vital importancia comprender cómo interpretar el marcado de los neumáticos. La fecha de fabricación está codificada en cuatro dígitos, siendo los dos primeros la semana de fabricación y los dos siguientes el año, empleando así una cuenta atrás de máximo 10 años hasta su reemplazo.

¿Dónde almacenar nuestros neumáticos?

Otro detalle a tener en cuenta es un almacenamiento adecuado de los neumáticos para garantizar su buen estado, durabilidad y eficacia. Este aspecto se aplica tanto a los neumáticos nuevos como a aquellos que se guardan estacionalmente. Los principales fabricantes ofrecen tres consejos importantes para un almacenamiento adecuado:

1. Mantener los neumáticos en un lugar ventilado, seco y con una temperatura moderada, evitando la exposición directa a la luz solar y la intemperie.
2. Alejar los neumáticos de cualquier sustancia química o hidrocarburo que pueda dañar la goma.
3. Evitar la proximidad a fuentes de calor o descargas eléctricas que puedan afectar la integridad de los neumáticos.

Es fundamental recordar que, en caso de almacenar las llantas y los neumáticos montados directamente, estos últimos deben permanecer inflados e idealmente apilados uno encima del otro para un óptimo almacenamiento y conservación.