Saab 9-3 Sedan 2.0T XWD de 210 CV, prueba (Parte II)
En la primera parte de la prueba os hemos hablado del motor y buen comportamiento del Saab 9-3 Sedan equipado con el motor de dos litros turbo de 210 CV y tracción permanente a las cuatro ruedas. Pero si el comportamiento del 9-3 Sedan está a la altura, el espacio interior y los materiales siguen […]
En la primera parte de la prueba os hemos hablado del motor y buen comportamiento del Saab 9-3 Sedan equipado con el motor de dos litros turbo de 210 CV y tracción permanente a las cuatro ruedas. Pero si el comportamiento del 9-3 Sedan está a la altura, el espacio interior y los materiales siguen en esa dirección.
Además de su diseño exterior con personalidad y con un toque deportivo, cuando probé el cabrio ya me gustó el espacio interior, era muy amplio para ser un cabrio, la única pega era que sólo podían viajar cuatro personas en él. Pues bien la berlina cuenta con cinco plazas lo suficiente amplias como para viajar tres adultos las traseras. Pero vayamos por partes, empecemos por el diseño exterior.
Diseño Exterior
Lo primero que me gustó del diseño exterior es su frontal (que derivada del prototipo Aero X), al igual que me pasó con el cabrio, puesto que si echas la mirada hacía atrás y ves los anteriores Saab 9-3 Sedan, tenían un frontal más soso y menos llamativo, le faltaba personalidad. Y ese problema con es restyling que sufrió la gama en 2007 se solventó muy bien, con unos rasgos más marcados y un caracter más deportivo.
En la zaga destacan los focos enmarcados con esa franja negra que les da un aire moderno, pero también hay otro elemento que destaca en la parte trasera y son los dos tubos de escape que complementan el aire deportivo del Saab 9-3 Sedán. El coche viene muy bien calzado también, puesto que nuestra unidad equipaba unas llantas, con un diseño deportivo (ver detalle), de 18 pulgadas y unos neumáticos con medidas 235/45 R18 con las que se pegaba al suelo.
Diseño interior, amplitud y calidad de los materiales
Cuando pasamos al interior, la palabra que lo define es sobriedad. El puesto de conducción está orientado hacía en conductor y eso es un punto muy positivo, y la consola central está libre de botones, es muy simple y sobria. Tenemos el equipo multimedia, un par de botones laterales y los mandos del climatizador, sin duda todo muy Saab.
Pero al mismo tiempo, es sobrio y de buena calidad. Si nos fijamos en los materiales del salpicadero (pese a que hay plásticos duros en el tren central donde va la llave) tienen un tacto agradable. Además el volante tiene unas molduras en color plateado que complementan un poco la sobriedad con algún pequeño tinte deportivo, al igual que el indicador de la presión del turbo, que nos recuerda que estamos a los mando de una versión potente (el TTiD también lo llevaba).
La postura de conducción es muy buena, rápidamente ajustas los asientos o el volante para lograr adecuar el coche a ti. Los asientos son de piel de una calidad impresionante, son un extra sobre la versión Aero que lleva unos de menor calidad, pero el tacto suave del cuero o de los reposacabezas está al nivel de una berlina de más tamaño premium. Los asientos delanteros son calefactables, pero no son ventilables una pena que aún no incorporen esa tecnología todas las marcas, además tienen ajuste eléctrico con memoria.
En las plazas traseras se viaja muy cómodamente, tienes un buen espacio para las piernas (mayor que el tridente de berlinas premium) y con salidas de aire traseras. Por cierto, en las plazas traseras hay un curioso posavasos (ver detalle), al igual que los prácticos leemapas traseros. La visibilidad interior también es buena, mejor que en el cabrio, pero hay un detalle, la tapiceria clara beige se reflejaba bastante en el cristal trasero a prácticamente cualquier hora del día.
Por último, en cuanto a huecos interiores el Saab 9-3 Sedan venía completo, con una guantera amplia y refrigerada en la que entra una botella de un litro y medio y algunos huecos en el tren central muy prácticos para dejar el móvil o las llaves. El maletero no es el más grande del segmento, pero tiene formas regulares y una capacidad de 461 litros. Podemos aumentar el tamaño abatiendo los respaldos de los asientos posteriores completamente o en 60/40. Y en el asiento central, podemos abrir una entrada que comunica con el maletero para transportar por ejemplo unos skys (ver detalle).
Por tanto es un coche espacioso y en el que podemos viajar sin problema, porque siempre iremos cómodos tanto en los asientos delanteros como en los traseros, de echo cuatro personas viajan muy holgadamente y cinco sin problemas. En la siguiente parte de la prueba nos toca hablar del equipamiento del Saab 9-3 y de sus lagunas (ya vistas en el 9-3 cabrio), así como del precio y valoración general del modelo.
Fotos | David Taboada
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