El Rolls-Royce Spectre se pasea por la Riviera francesa como parte de su exigente programa de pruebas

Tras haber completado los últimos meses un duro programa de pruebas pasando por condiciones extremas en Arjeplog, Suecia, el tan esperado primer eléctrico de la marca del Espíritu del Éxtasis pasa a la siguiente fase, otro programa de pruebas pero esta vez, a lo largo de la Riviera francesa, donde tendrá que enfrentarse a nada menos que 625.000 kilómetros de test.

El Rolls-Royce Spectre continúa con su programa de pruebas de 2,5 millones de kilómetros que comenzó el pasado mes de septiembre, con el objetivo de simular una media de más de 400 años de uso en los que poner a prueba todos los sistemas, estructura y hasta el último detalle de uno de los vehículos más esperados de la historia de la marca.

A partir de 2030 serán una marca 100% eléctrica

Esta berlina totalmente eléctrica representa para la marca una promesa cumplida, ya que tras el lanzamiento en 2011 de los concept 102EX y 103EX que tuvieron un gran recibimiento, este será el primer paso para convertirse en una marca de coches eléctricos, como declaro Torsten Müller-Ötvös, Consejero Delegado de Rolls-Royce.

Centrándonos más en materia, la fase de pruebas que se realizará en la costa francesa estará dividida en dos partes, comenzando en el mítico Autódromo de Miramás con sus más de 60 kilómetros de rutas cerradas y 20 entornos de pista de pruebas entre los que se encuentran zonas de agua estacada, curvas cerradas, peraltes adversos o un bowl de tres carrilles de alta velocidad con fuertes peraltes para probar la estabilidad y comodidad del vehículo.

El lugar idílico para el disfrute

La segunda fase, tendrá lugar en la campiña provenzal que rodea el Autódromo, ya que representa un lugar ideal para probar este tipo de vehículo, disfrutando al máximo tanto del placer de conducción como del propio entorno, realizando pruebas en condiciones locales y reales desde las cornisas costeras, hasta las carreteras interiores más rápidas.

Este Rolls-Royce Spectre será una absoluta obra maestra tecnológica, ya que uno de sus sistemas en desarrollo cuenta con más de 25.000 funciones que adaptan la respuesta del vehículo en función del clima, el comportamiento del conductor, el estado del vehículo o las condiciones de la carretera, que junto a la nueva tecnología de suspensión y de estabilización del balanceo, es como ir de “paseo en una alfombra mágica”.

Un prodigio técnico

Este sistema puede en carreteras rectas desacoplar automáticamente las barras estabilizadores para que cada rueda actúe de forma independiente y evite el movimiento de balanceo debido a las ondulaciones en la carretera. De la misma manera, gracias a los datos de navegación por satélite y a sus 18 sensores, el sistema puede determinar los parámetros de dirección, frenado, entrega de potencia y suspensión justo antes de entrar a una curva.

La rigidez será otro de los puntos clave de este vehículo, ya que su estructura de aluminio ha sido reforzada con secciones de acero que le permiten ofrecer una mejora de un 30% con respecto a todos los automóviles de Rolls-Royce existentes.

Tampoco nos podríamos olvidar de su apartado aerodinámico, ya que según ha confirmado la marca, gracias a las rigurosas pruebas en el túnel de viento, la modelización digital y las continuas pruebas a alta velocidad en Miramás, firma un cx de sólo 0,25.

Con todo esto, sólo queda esperar a conocer más detalles acerca de este tan esperado vehículo del que sus primeras unidades comenzarán a llegar en el cuarto trimestre de este 2022.