Los robots pierden terreno en las plantas de Mercedes

Durante años hemos estado escuchando como las líneas de producción de las fábricas de automoción están llenas de eficientes robots que son capaces de sustituir a la mano de obra humana sin que se resienta la calidad del producto final. En pleno siglo XXI, la tendencia parece estar invirtiéndose y ahora se valora más la presencia de operarios en ellas. Al menos, es lo que se está imponiendo en fábricas de coches como las de Mercedes.

No se trata de algo generalizado, al menos, por el momento. Se trata de las líneas de fabricación que están ensamblando modelos de la Clase S, porque se trata de coches con un alto nivel de calidad y los robots no son capaces de realizar los trabajos más detallistas con la misma perfección que un ser humano.

El caso es que en los Mercedes Clase S reciben numerosos cambios a nivel de personalización, por lo que se necesita una acción rápida por parte de los operarios para cambiar el modo de ensamblaje. Si este trabajo lo realizara un robot, sería necesario reprogramar la unidad para cambiar los parámetros de actuación. Esto requiere un tiempo muy elevado, por la exclusividad del movimiento que debe realizar.

Un operario humano puede recibir las instrucciones necesarias para ensamblar una determinada configuración del coche y hacerlo sin problemas, porque se adapta a las necesidades de cada momento. La mayoría de tareas pueden ser asumidas por los robots, pero estas labores de personalización son más complejas y necesitan de la labor de los operarios que se adaptan a las necesidades concretas de cada momento.

Esto explica porque la mayoría de las empresas dedicadas a la fabricación de coches de alta gama no utilizan a los robots, sino que se sustentan en la labor de personas que están especializadas en este tipo de productos y manufacturas. Con su trabajo, se puede conseguir crear un sistema de trabajo eficiente y capaz de ofrecer la máxima calidad. Después de tantos años escuchando que los robots son el futuro, resulta curioso ver como las tecnologías vuelven a ser sustituidas por la maña de los humanos.

Fuente | Mercedes