Las reparaciones de los diesel, más caras que las de los gasolina
A la larga, el mantenimiento de un vehículo diesel resulta más oneroso para su propietario que el de un vehículo gasolina, una razón más para pensar
Bajo consumo, combustible más económico,… la posible pérdida de las ventajas del diesel frente a los gasolina y los eléctricos comienzan a pasarle factura a los vehículos impulsados por mecánicas de gasóleo, que ven como sus ventas ante las alarmantes amenazas de subidas de impuestos, de precios de los combustibles y de posibles restricciones de acceso y uso en las grandes ciudades, caen progresiva y cada vez más fuertemente en el mercado.
Y por si esto fuera poco, ahora un informe de Autingo, plataforma de cálculo de presupuestos y reservas online en talleres, también pone de manifiesto que tanto su mantenimiento como sus reparaciones son, por lo general, más caras que en el caso de los vehículos gasolina.
Hasta 280 euros de diferencia puede haber entre la factura de reparación o mantenimiento de un vehículo diesel frente a la de un vehículo gasolina. Al menos eso es lo que arroja como resultado el análisis realizado por Autingo de las intervenciones más frecuentes de tres populares modelos del mercado: Citroën C4 II, Renault Scénic II y Honda CR-V III. Según el informe facilitado por la plataforma, “hemos podido confirmar que más del 55 por ciento de las intervenciones analizadas resultan más caras en un diésel”.
Según el informe, la intervención que los fabricantes indican para el mantenimiento de estos modelos tanto a los 60.000 km como a los 100.000 km es sensiblemente más cara en las versiones diesel que en las gasolina de cada modelo. En la de 60.000 km (que incluye cambio de correa, tensor y polea) provoca diferencias de hasta 280 euros en el precio y siempre es más cara en las versiones diesel que en las gasolina, salvo en el caso del Scenic II, en el cual el propietario de la versión gasolina pagará 38 euros más que el de la variante diesel. En la revisión de los 100.000 km, y aunque los precios de las mismas se reducen significativamente (casi un 40 por ciento) —y aunque aquí cabría preguntarse por qué revisar un coche de 100.000 km es más barato que hacer la misma labor en un coche de 60.000 km— las operaciones realizadas en los diesel son siempre más caras que en los gasolina, esta vez incluido el Renault.
Siguiendo con los datos del estudio, el precio del “mantenimiento de un coche diesel suele ser más elevado porque tiene un motor más complejo, con más elementos. Y por ello, en la mayoría de los casos la intervención es más costosa que en un coche a gasolina”, afirma Diego Renedo, director de Autingo.
Además de las principales operaciones de mantenimiento, el informe también ha analizado los precios de determinadas reparaciones más o menos frecuentes en estos tres populares modelos. Los costes del cambio del kit del embrague, de las pastillas de freno delanteras, de la bomba del agua o del alternador fueron sometidos a estudio en los tres modelos citados y, por regla general (ver recuadro adjunto) casi siempre resultaron superiores en los vehículos diesel.
Donde menos diferencias se registraron fue en el cambio de las pastillas de freno, donde los costes únicamente difieren entre ambas mecánicas únicamente en el caso del Renault Scénic, que arroja un sobreprecio de 8 euros de diferencia entre sus versiones diesel y gasolina. Sólo reparar el kit del embrague resulta más caro en el Citroën C4 II gasolina que en su homónimo diesel. En el resto de operaciones y de ocasiones, siempre es más caro reparar la avería en el modelo diesel que en el gasolina.
Así que además de las dificultades que los posibles incrementos de impuestos sobre el consumo de gasóleo y las restricciones que los gobiernos municipales y autonómicos pueden imponer a los vehículos diesel, en especial a los que no son Euro6, los automóviles impulsados por motores diesel tienen en el coste de su propio mantenimiento y en el de sus posibles reparaciones de averías un importante handicap añadido a la hora de hacer prevalecer sus valores frente a los modelos gasolina equivalentes para luchar contra la importante caída de sus ventas que vienen experimentando en los últimos meses.
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