Renault sigue respaldando a la Guardia Civil con la venta de 180 Kadjar

España cuenta con un respaldo muy fuerte por algunas de las firmas automovilísticas más importantes del momento, algo que se debe a la instauración de diferentes factorías a lo largo del territorio nacional. Renault, pese a tener sus orígenes en Francia, cuenta con una fábrica en Valladolid y otra en Palencia, instalaciones en las que se producen un alto número de modelos de la firma del rombo y los cuales se destinan al resto de Europa. En esta ocasión, la marca ha contribuido con las fuerzas de seguridad españolas, quienes han adquirido 180 unidades del Kadjar.

La firma francesa quiere apoyar en todos los aspectos a la ciudad de Madrid, puesto que hace unos días se hizo entrega de 74 Renault ZOE al ayuntamiento, con la intención de luchar contra la contaminación. En esta ocasión, Renault ha querido participar en la lucha contra el crimen, algo que han conseguido con la venta de 180 Kadjar a la Guardia Civil.

El SUV francés se presenta como el candidato idóneo para enfrentarse a persecuciones en terrenos más delicados. Al mismo tiempo, el Kadjar será utilizado por la Guardia Civil en situaciones de investigación o búsqueda y rescate en lugares más recónditos, tales como bosques o montes. Al mismo tiempo, esta entrega de vehículos no solo beneficiará a la policía de Madrid, sino también a la economía española, puesto que esta flota de Kadjar se ha producido en la factoría de la firma situada en Palencia.

Sin embargo, la Guardia Civil no solo recibe a los 180 crossovers, sino también un kit de patrulla en todas y cada una de las unidades fabricadas. Este consiste en ofrecer a los agentes los elementos esenciales para patrullar las calles de Madrid, tales como el puente de señalización óptica carenado y el equipamiento policial correspondiente. Por otra parte, la tecnología también se ha convertido en un elemento fundamental para la policía y es por esta razón que todos los Kadjar incluyen una tablet con conexión R-Link 2.

No debemos olvidar que se trata de un vehículo pensado para realizar persecuciones y entrar en terrenos peliagudos y, para concluir con éxito dichas tareas, es necesario un propulsor a la altura. Renault ha decidido instalar en las 180 unidades un 1.6 dCi de cuatro cilindros en línea capaz de erogar 130 CV de potencia y 320 Nm de par, cifras más que suficientes para sacar el lado más rudo y salvaje del Kadjar.

La incorporación de los Kadjar al cuerpo de la Guardia Civil permitirá a los agentes desenvolver con más éxito su trabajo y, al mismo tiempo, disfrutar de las comodidades de un SUV cuando se encarguen de recorrer largas distancias. Puede que un tiempo volvamos a ver a Renault colaborar en más ocasiones con los cuerpos de seguridad, algo idóneo para mantener seguras las calles de Madrid.