Grand Scénic Renault Scénic Monovolúmenes
El Renault Scénic y Grand Scénic se actualizan antes de desaparecer
El Renault Scénic y Grand Scénic afrontan su fase final de vida comercial con sutiles cambios estéticos y reduciendo su gama de motores, eliminando los diésel
Es triste, muy triste, ver cómo por culpa de las modas, los monovolúmenes reducen cada mes sus ventas en aras del crecimiento exponencial de las matriculaciones de todocaminos. La consecuencia del auge de la fiebre por los todocaminos está generando que los fabricantes rescindan la producción de monovolúmenes referentes y de una utilidad bárbara en favor de la ampliación del catálogo de los actuales protagonistas de los concesionarios y la pareja formada por el Renault Scénic y su variante de alta capacidad Grand Scénic tiene las horas contadas.
Para 2023 Renault ya tiene marcado en su calendario el fin de la producción de estos dos vehículos, no sin antes darles una última oportunidad en forma de actualización.
Se limitan las opciones mecánicas para despedir a los monovolúmenes
De entrada, la noticia más significativa en cuanto a la puesta al día de cara a afrontar su fase final de vida comercial es la supresión de las mecánicas animadas por gasóleo. El jaque al diésel, como mantra institucional, como la moda SUV, ha puesto cerco a los propulsores alimentados por gasoil de tal forma que su presencia en el mercado cada vez se reduce más y, como muestran las estadísticas anuales, raro es el mes que no muestran una leve pero continua caída.
De esta forma, el Renault Scénic de 2021, junto con el Grand Scénic, solo se comercializará con un motor de gasolina, el de cuatro cilindros 1.3 TCe que eroga hasta tres opciones de potencia: 115, 140 y 160 CV.
Lo que sí es factible es elegir entre una caja de cambios manual, de serie para el motor más modesto, disponible para el intermedio e indisociable para el más poderoso el equipar la transmisión automática EDC de siete relaciones.
Ligeros cambios para despedir al Renault Scenic y al Grand Scenic
En cuanto a su uso y disfrute, el fabricante galo ha considerado que, o bien estos dos vehículos ofrecen todas las comodidades que corresponde, o bien, que ha llegado el momento de pasar página porque, salvo la unidad principal de información y entretenimiento, la enorme pantalla táctil sita en el centro del salpicadero, las modificaciones introducidas en el habitáculo del Renault Scénic y Grand Scénic en su fase final son más que discretas por no decir prácticamente insignificantes (revisión de la botonera del climatizador, de los elevalunas y de los retrovisores exteriores)
En el apartado estético, sin ser definitorios, la apariencia de los dos monovolúmenes, podría considerarse un restyling suave, con cambios en la tecnología de las ópticas delanteras, ahora Pure LED a pesar de que el faro, en cuanto a su diseño, se mantiene. Cambia de la imagen frontal el emparrillado inferior que se ve flanqueado por unas luces diurnas que sí que han incorporado un rediseño de su contorno.
En la transición hacia la zaga, los más ávidos distinguirán la nueva antena que ha pasado a ser cual apéndice de escualo. Opcionalmente, el catálogo de extras incluirá unas enormes llantas de 20 pulgadas de diámetro y perfil reducido. Igualmente, se añaden dos colores a la paleta de los disponibles para la carrocería pero pierde otros cuatro, por lo que la actualización del Renault Scénic y Grand Scénic supone reducir las opciones de personalización en cuanto a la gama de tonalidades disponibles.
Una configuración estética cuya descripción en sus cambios culmina añadiendo un retoque en el marco superior del espacio destinado a alojar la matrícula.
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