Renault Megane Coupé 1.6 dynamique 110 CV, prueba (parte I)

La mayoría de los modelos de la marca francesa han sido éxitos de ventas en nuestro país. El Mégane Coupé lo ha conseguido una vez más, incluso por encima de sus expectativas. Es un coche cómodo de conducir, amplio y además estéticamente muy llamativo, con un frontal muy agresivo en color cromado que aparece en los retrovisores y da sensación de otro coche de alta gama.

Todo aquel que sea de una generación anterior a los 80 seguro que conoce Renault muy de cerca, bien porque haya tenido uno o porque algún familiar cercano o amigo lo ha tenido. Ha marcado una época en España y ha sabido evolucionar desde el principio, adaptándose al mercado según las exigencias de sus clientes. Y una cosa hay que decir, el que ha tenido un Renault, casi siempre repite.

Motor y prestaciones

El motor que montaba nuestra unidad era el más básico de gasolina, de 1.6 litros y 110 CV de potencia. Me atrevería a decir que es lo peor del coche, ya que no termina de exprimir toda su potencia y da la sensación de no andar mucho. Bien es cierto que no está muy exprimido (mucha cilindrada y poca potencia) comparado con otras marcas del sector, lo que en teoría le otorga más durabilidad y resistencia a posibles averías en el largo plazo.

El crono lo para a 10,5 segundos de 0 a 100 km/h y puede darnos una idea de lo que decimos en el párrafo anterior. No obstante, como luego comentaremos es un motor de los menos tragones que hemos probado. Tampoco pienso que sea un coche para correr, sino para disfrutar de la conducción en el tiempo que dure nuestro viaje al destino. Todo tiene sus ventajas.

Es un motor poco ecológico, pues llega a emitir 163 g/km de CO₂ teniendo que pagar 9,75% de impuesto de matriculación. La velocidad máxima es de 195 km/h y el par máximo es de 151 Nm a 4.250 rpm. Cumple la normativa E4 (en 2014 todos deberán cumplir la E6), así que no podemos decir que es un motor excesivamente moderno con mucha tecnología. No obstante, esto no debería ser una sorpresa si hemos echado un vistazo a los datos de la ficha técnica.

Dispone de una caja de cambios manual de 6 velocidades muy agradable al tacto y bastante rápida y precisa. El cambio es muy cómodo, al igual que la dirección. Dispone de un indicador de cambio de marchas en el cuadro que nos indica el momento óptimo para cambiar, tanto para subir o bajar marchas. Si el coche detecta que se desea apurar la marcha y exprimir toda la potencia del motor, el indicador se apaga y deja a la libertad del conductor el momento de cambiar. El motor para nada es ruidoso y el confort de la marcha es excelente en carretera, autopista o ciudad.

Los frenos que monta no son nada del otro mundo. Tampoco los necesita. Delante utiliza discos ventilados de 280mm y detrás normales de 260 mm. Como tampoco es un coche para correr, la necesidad de frenada será mínima, aunque en caso de emergencia responde agradablemente y sin ningún problema.

La suspensión es ligeramente blanda para ser un coupé aunque también hablamos del motor más bajo en potencia que hay en versión gasolina, por lo que si nos decidimos por esta versión no querremos correr sino más bien ir tranquilos y cómodos.

Si hablábamos de las prestaciones del motor como uno de los puntos más negativos del coche, si hablamos del consumo es todo lo contrario. A pesar de ser un motor gasolina, tiene consumos de diésel. Incluso inferiores si lo comparamos con el Fiat Bravo. Los consumos oficiales medios se sitúan en 6,9 litros a los 100 y el extraurbano en 5,6 litros a los 100 kilómetros.

La práctica es totalmente diferente. Aunque a 135 km/h de media consumió 7,2 litros, el óptimo como siempre, es a 90 km/h. A esta velocidad obtuvimos un valor de 4,5 litros a los 100 kilómetros. A mi también me sorprendió y de hecho, volví a hacer la prueba durante unos pocos kilómetros más y obtuve incluso menos (ligera bajada): 4,4 litros a los 100. No me considero un profesional en consumos. Como se ve, se puede comprobar que hay un salto bastante grande a velocidades por debajo de 100 y por encima de 100. Para quitarme esa espinita y corroborar lo que estaba obteniendo, hice la prueba a 115 km/h y el consumo fue de 6,5 litros.

En la próxima parte detallaremos todo lo relacionado con el interior y exterior del coche, que se puede definir como futurista, imagen de identidad de la marca gala.

Prueba Renault Mégane Coupé 1.6 | Parte II y Parte III