Renault ha querido renacer un clásico como lo es el Renault 5 y electrificarlo porque: ¿Qué mejor manera de popularizar los coches eléctricos que con un icono pop?
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Renault se enfrenta a un nuevo reto: el reciclaje de baterías a nivel global
Las baterías son los elementos más costosos de los coches eléctricos y si se consigue reciclar los materiales de las mismas, bajará el precio de las mismas.
El principal elemento de un vehículo eléctrico es la batería. Y hay que pensar en que este elemento ofrece varias dificultades para su fabricación, que depende de materiales escasos y de difícil extracción. Por ese motivo, el reciclaje de las baterías se ha convertido en un objetivo muy necesario para poder hacer que la movilidad eléctrica sea más popular de lo que ya es.
El precio de un vehículo eléctrico depende en gran manera del coste de la batería. Esta representa al menos un 40% del precio del vehículo y conseguir reducir su coste puede hacer que el precio de un coche eléctrico descienda de manera considerable. El uso de materiales extraídos de baterías usadas puede hacer que su coste disminuya y el precio baje de manera considerable.
Renault quiere ser la primera marca que trabaje sobre baterías usadas y extraer los materiales válidos para fabricar otras. Hay quien lo hace, pero la marca francesa quiere hacerlo de manera masiva y con posibilidades comerciales. La unidad medioambiental de Renault recibe el nombre de The Future is Neutral (TFIN).
Por el momento, esta división de Renault está en conversaciones con empresas que se encargan del reciclaje de baterías provenientes de coches eléctricos. Sin embargo, no hay ninguna empresa que se encargue de extraer el material válido de las baterías usadas de manera efectiva. El níquel, el cobalto y el litio son materiales escasos que pueden reutilizarse con efectividad, pero su uso desde las baterías usadas es todavía escaso.
La división TFIN de Renault está poniendo a punto una planta de producción en Flins, cerca de París. Esta se encargará de producir elementos para vehículos eléctricos con partes recicladas. También trabajará con vehículos reciclados, por lo que será una planta destinada a la utilización de materiales reciclados y vehículos recuperados, con lo que se reducirá considerablemente la huella de carbono de todo ello.
Se espera que desde esta planta salgan 9.000 baterías reparadas cada año. El coste de estas baterías se reducirá en un 30% sobre su coste original y podrán ser reutilizadas en vehículos nuevos o instalarse para sustituir a baterías defectuosas en coches que están en el mercado.
Ampere, el fallido intento de coches eléctricos de Renault
Renault quería escindir toda la producción de vehículos eléctricos hacia la marca Ampere y hacer que esta se separara de la marca general. Esto estaba en los planes de Renault hasta hace solo unos meses. En enero, Renault anunció que eliminaba esta posibilidad, al menos por el momento, y que mantenía la denominación, pero bajo el paraguas de la marca. Aún así, desde Renault aseguran que el desarrollo de Ampere no es tan malo como parece y la nueva submarca no necesita tanta inyección de dinero como se esperaba.
La movilidad eléctrica parece estar sufriendo un retraso considerable, cuando el mercado ha reaccionado a la implementación de coches eléctricos de manera negativa, pero aún sigue siendo una buena opción y la alternativa a los vehículos con motor de combustión. Solo que, en lugar de ser una transición rápida, esta será más lenta y tardará más en ser realidad.
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