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Renault Embleme: un shooting brake de propulsión eléctrica con pila de combustible de hidrógeno
Renault adelanta un nuevo enfoque de diseño con el Embleme, un espectacular «shooting brake» propulsado por batería con un sistema de pila de combustible de hidrógeno que hace de «range extender».
Entre tanto SUV, se agradece un soplo de aire fresco como el que aporta Renault con el Embleme, el prototipo que la marca francesa presentará en el Salón de París. Se trata de un concept-car, un coche de exhibición, pero no hay que descartar que pudiéramos ver un coche así en la gama de Renault en algunos años. De hecho, las imágenes muestran un vehículo muy realista, aunque tenga concesiones a la galería como la eliminación de los retrovisores, que se sustituyen por dos cámaras de vídeo situadas en los pasos de rueda.
El caso es que todo suma cuando se trata de conseguir una silueta muy aerodinámica, tan importante de cara a la autonomía en los coches con propulsión eléctrica. Y el Embleme está bien «afinado»: otras medidas como las llantas aerodinámicas o el fondo plano con un difusor activo inspirado en la F1 permiten conseguir un Cx de solo 0.25. Pero lo realmente interesante del diseño del Renault Embleme es la propuesta en sí, una llamativa carrocería «shooting brake» para configurar un elegante y deportivo vehículo familiar del segmento C, con 4,8 metros de longitud, apenas 1,52 metros de altura y una distancia entre ejes es de 2,9 metros.
Otro dato relevante es el peso, que se queda en 1.750 kg. No solo es inferior a la de los SUV de similar tamaño, sino que es una cifra muy contenida si tenemos en cuenta que el Renault Embleme es un coche eléctrico… con un sistema de pila de combustible de hidrógeno a bordo.
Propulsión eléctrica y pila de combustible de hidrógeno
La solución de Renault parece compleja, pero sobre el papel la idea promete. Lo llaman «motor bienergía», porque el motor eléctrico de 160 kW (218 CV) que propulsa las ruedas está alimentado por la energía eléctrica que se acumula en una batería de 40 kWh de capacidad, pero también puede recibir energía de una pila de combustible de hidrógeno de 30 kW. Esto permite contar con un coche que a todos los efectos funciona como un vehículo eléctrico convencional, con varios cientos de autonomía tras recargar la batería… y sumar al rango de la batería los kilómetros que aportan los 2,8 kg de capacidad del depósito de hidrógeno, para generar electricidad a bordo a través de la pila de combustible.
Renault asegura que la utilización de una batería pequeña permite ahorrar peso, además de ser más barata y menos voluminosa que una de mayor capacidad. Lo que no sabemos es si ese ahorro compensará lo que conlleva de más -tanto en peso como en costes y espacio- la instalación de la pila de combustible. En cualquier caso, la ventaja principal de este sistema es que cada parada para repostar hidrógeno proporciona unos 350 km de autonomía en menos de cinco minutos. Esto significa que el Renault Embleme podría recorrer unos 1.000 km en un tiempo equivalente al de un vehículo con motor térmico, incluyendo las paradas a repostar. Y en ese trayecto, el 75% de la energía consumida por el vehículo procedería de la pila de combustible.
El objetivo de Renault con el enfoque aplicado a este prototipo es emitir hasta un 90% menos de emisiones de CO2 que un modelo equivalente actual, considerando todo el ciclo de vida del vehículo, desde su diseño hasta el final de la vida útil. Y a modo de comparación, nos dan un dato: el análisis del ciclo de vida de un Megane E-TECH 100% eléctrico es de 24 toneladas, casi la mitad que en un Captur con motor de gasolina. El objetivo con el proyecto Embleme es dejar esta cifra en solo 5 toneladas de emisiones de CO2. Todo un reto.
Renault Embleme – Galería de imágenes
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