Radares antifrenazo… ¡Cuidado con esta nueva herramienta de la DGT!

Los radares están en servicio desde hace décadas y se encargan de detectar las infracciones relacionadas con el exceso de velocidad y cursar las correspondientes multas y sanciones. Pero no se trata solo de colocar los radares y ya está. La DGT ha creado varias herramientas que se utilizan en combinación con los radares y permiten obtener el máximo rendimiento de estos, utilizando distintas herramientas y modos de uso de estos dispositivos.

Los radares fijos están señalizados, pero los radares móviles pueden ubicarse en cualquier lugar, así que pueden sorprender a los infractores en cualquier momento. Pero hay una manera en la que, además, se pueden utilizar los dos tipos de radares para optimizar su uso y hacer que sean más eficientes. El uso combinado de radares fijos y móviles es bastante común en España y puede ser de dos maneras.

Radares de tramo y radares antifrenazo

Los radares en cascada son los más conocidos. En este caso, el radar móvil se coloca después del radar fijo, de manera que se cotejan los datos obtenidos por ambos. El vehículo es monitorizado por el radar fijo y cuando pasa por el radar móvil, un ordenador coteja los datos y obtiene una media entre los dos valores. Si se considera que se ha sobrepasado la velocidad máxima de la vía, se procede a sancionar al vehículo.

Nuevos radares de la DGT: descubre cuántos se instalarán en 2022

La DGT ha presentado nuevos radares que llegarán dentro de unos meses y que comenzarán a funcionar en carreteras convencionales para controlar la velocidad.

Pero hay otra manera de uso de esta combinación de radar fijo y radar móvil. En este caso, el radar móvil se coloca varios metros antes del radar fijo. Su función es captar la velocidad a la que circula el vehículo antes de llegar al radar fijo. De esa manera, se puede determinar si el conductor ha reducido la velocidad para adecuarla a la máxima de la vía.

Esta herramienta se conoce como radar antifrenazo y se está aplicando en algunos tramos. La DGT no tiene la obligación de señalizarlo, así que pasa totalmente desapercibido y los conductores que se pasen de la velocidad máxima y solo disminuyan esta para pasar por la cabina del radar fijo, pueden encontrarse con una buena sorpresa, porque habrán sido captados unos metros antes de llegar al lugar donde está el cinemómetro fijo.