¿Qué son y cómo funcionan los radares pedagógicos?

¿Sabes qué son y cómo funcionan los radares pedagógicos? Estos dispositivos tienen como función medir la velocidad y están situados en numerosos puntos de la geografía española. Este tipo de radares suele estar instalado en municipios y ciudades ya que son los propios ayuntamientos y algunos casos, la propia, Dirección General de Tráfico los que los gestionan. Suelen estar situados en zonas clave, enseñan la velocidad a la que circulas y, en algunos casos, piden la reducción de la misma.

No obstante, es importante mencionar que los radares pedagógicos solo son un panel informativo que, por el momento, no tiene la capacidad de sancionar a los usuarios que superen la velocidad estipulada en la vía. ¿Qué es y cómo funciona un radar pedagógico?

Radar pedagógico, todo lo que debes saber

Los radares pedagógicos suelen tener una pantalla LED colocada en una zona con buena visibilidad para los conductores. Además, cuentan con un dispositivo de medición de velocidad que es capaz de monitorizar el vehículo y mostrar un mensaje específico en la interfaz.

A veces, este tipo de dispositivos se colocan, de forma provisional, en una zona en concreto para conocer datos del tráfico. Esta información puede incluir en las posibles decisiones de movilidad o incluso la medición de cambios en el volumen de tráfico de un área.

Como hemos comentado, son capaces de mostrar la velocidad real del vehículo y diferentes tipos de señales luminosas o interfaz adicional para reproducir un mensaje de aviso al conductor, que puede ir desde un «Gracias» por respetar el límite de la vía hasta un «Reduzca la velocidad».

Algunas fuentes aseguran que estos «dispositivos apelan a la moral ciudadana, que con la ayuda de los gráficos visuales ha demostrado que puede influir en el comportamiento de los conductores positivamente. Además, también sirve de información a los viandantes que se encuentran en la zona de cara a la llegada de los vehículos que se aproximan».

Por el momento, los radares pedagógicos no pueden multar. Solo tienen como objetivo «educar» a los conductores, aunque se han dado casos de multas por exceso de velocidad si un coche de las fuerzas de seguridad ha observado como el vehículo de delante superaba con creces la velocidad máxima permitida marcada en la pantalla. En cualquier caso, estos dispositivos han demostrado reducir el exceso de velocidad en muchos tramos, sobre todo urbanos y en áreas escolares gracias a, simplemente, un estímulo visual.